

Tener un recuento bajo de espermatozoides disminuye las probabilidades de que uno de los espermatozoides fertilice el óvulo de su pareja, lo que resulta en dificultades para concebir. Sin embargo, muchos hombres que tienen un recuento bajo de espermatozoides siguen siendo confiable para engendrar un hijo.

Pese a la ausencia de un respaldo científico que las avale, existe una gran cantidad de técnicas naturales que prometen facilitar la concepción. Entre ellas ingerir te de hierbas, optar por determinadas posiciones durante el encuentro sexual o realizar varios tipos de ejercicios han trascendido generacionalmente, prometiendo excelentes resultados.

El tiempo es oro en todo sentido. Pero para las mujeres es algo mucho más profundo. Estudios científicos han comprobado que el auge de la fertilidad de la mujer se alcanza hasta los 30 años, en donde se tiene un 15% de probabilidades de quedar embarazada. La cifra desciende a 10% a partir de los 35, y al llegar a los 40 se tiene sólo un 5%.