Equipo SaludActual
¿Se han fijado que algunos días amanecemos más hinchadas que antes, que comienza un dolor de estómago espantoso, que a muchas nos limita a solo retorcernos de dolor en la cama y de rechazar toda idea de salir a recrearse un poco? Es más que seguro que esto le ha pasado a la mayoría de las mujeres.
Esta situación tiene nombre y apellido. Se llama Síndrome Premenstrual. Sucede entre dos y una semana antes de la llegada de la menstruación. Se produce por un desbalance hormonal entre las proporciones equitativas de las hormonas estrógeno y progesterona. Estas fluctúa en cada ciclo menstrual.
Sus síntomas no sólo son físicos, también son psicológicos. Los más comunes de los primeros son senos inflamados y sensibles, distensión abdominal, aumento de peso, dolor de cabeza y articulaciones, entre otros. En el ámbito de los segundos, los más usuales son la irritabilidad, los cambios de humor, las crisis de llanto y la depresión.
Pero puede ser, que este indeseable momento llegue justo cuando alguna dama esté en tratamiento de fertilización. Dado esto, nos queda pensar ¿El Síndrome Premenstrual produce infertilidad?
La respuesta a esta interrogante es que sí. Esto se debe, a que cuando las hormonas mensuales no están en sincronía entre ellas mismas, varias etapas que tienen relación con el óvulo no cumplen su función efectivamente. Algunas de estas son el crecimiento, maduración y liberación de este.
A su vez, esta circunstancia afecta directamente al endometrio, ya que no estará preparado para implantar o recibir el óvulo fecundado. Otra coyuntura que genera la imposibilidad de fecundar a un hijo, es que cuando las porciones de estrógeno y progesterona no están iguales, el mismo óvulo no podrá ser liberado.
Para su tranquilidad, hay agentes esenciales para el cuerpo que ayudan a traspasar estos obstáculos, y así poder ser fértil en esos días. Deben ingerir un buen régimen alimenticio, rico en dos cosas:
Si lo anterior no te funcionó, existe un método más radical llamado terapia de la progesterona. Consiste en la capacidad que tiene esta secreción en influir en las concentraciones séricas de otras, principalmente en los estrógenos. De esta manera, se inhibe la posibilidad de generar la infertilidad.
Para realizar este tratamiento, en el mercado existen distintas opciones que están al alcance del bolsillo: geles, supositorios vaginales, pastillas y suplementos. Cualquiera de estos, debe ser realizado durante la mitad del ciclo menstrual.
Por Macarena Faunes Ponce
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