Muchos niños son sobrediagnosticados rápidamente, como hiperactivos; tal vez como una manera de encontrar una causa fácil a la conducta “fuera de lo que esperamos” de un niño tanto en el aula como en nuestras casas. Pero ¿cuándo, realmente, estamos frente a un niño hiperactivo y cuándo es tan sólo un niño inquieto o que está tratando de llamar la atención de los adultos que le rodean?