Anteriormente se han señalado las características fundamentales, según la Sociedad Americana de Psiquiatría, para identificar a un niño hiperactivo de uno intranquilo. A continuación hablaremos sobre cómo son estos niños para sus padres, familia, compañeros, profesores y adultos en general y cómo podemos identificar una conducta hiperactiva a la que debemos prestar atención desde que nuestros niños están en la cuna.
Un estudiante con bajo rendimiento escolar presenta una mayor probabilidad de mostrar actitudes violentas producto de la frustración y disminución de la autoestima.
Cualquier conflicto que aparezca debido al gran cambio que significa la llegada del nuevo bebé, se podrá resolver rápidamente, siempre que los padres sean unidos y formen una pareja sana y estable.
La conducta escolar de los niños está muy ligada a su dimensión emocional, sicológica y afectiva; por tanto es de vital importancia integrar todas las dimensiones del ser humano para obtener mejoras en el proceso educativo ya que los problemas de aprendizaje no se pueden abordar desde una sola arista.
Muchos niños son sobrediagnosticados rápidamente, como hiperactivos; tal vez como una manera de encontrar una causa fácil a la conducta “fuera de lo que esperamos” de un niño tanto en el aula como en nuestras casas. Pero ¿cuándo, realmente, estamos frente a un niño hiperactivo y cuándo es tan sólo un niño inquieto o que está tratando de llamar la atención de los adultos que le rodean?
La causa principal de la fobia es el miedo a la separación de los padres, la mayoría de los niños con fobia escolar, una vez que están fuera del colegio, prefieren estar rodeados por sus padres o hermanos.