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2024-03-28

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Embarazo semana 25 a semana 30

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En esta etapa del embarazo, si bien es cierto,  la mujer gana más peso los expertos recomiendan hacer una vida normal y si no existen complicaciones también recomiendan realizar alguna actividad afín al embarazo.


En la semana 25 el bebé pesa entre 680 y 800 gramos, y ya alcanza los 30 centímetros. Ahora que que sus órganos están formados,  el feto empieza a experimentar sus cinco sentidos de diversas maneras. Ya tiene el gusto, por lo que percibe sus primeros sabores a través del líquido amniótico; si bien no percibe olores, también practica la respiración, ingiriendo líquido.

Asimismo, el útero tiene paredes muy gruesas para filtrar demasiada luz, por lo que el bebé realiza sus primeros parpadeos, y sólo puede distinguir una luz en penumbra. En cambio, el oído es lo que más estímulos le produce, ya que es capaz de percibir una serie de ruidos internos del cuerpo de la madre, pero también externos.

De esta forma, el feto reacciona mucho a la música o al exceso de ruido exterior, y a su vez comienza a familiarizarse con la voz de su mamá. En esta etapa se les recomienda a las mujeres ponerle música clásica, ya que una serie de estudios han comprobado que estimula el desarrollo del bebé.

Además, este tipo de música los tranquiliza mucho, por lo que también se aconseja escucharla en la noche, para que tengan un buen ciclo de vigilia, y luego, cuando nazcan, también demostrarán placer al escucharla ya que les recordará la agradable sensación del saco amniótico. 

Hacia la semana 26 el bebé ha crecido unos tres centímetros más, y puede alcanzar a pesar 900 gramos. A esta altura su crecimiento continúa desarrollándose, y aprende nuevos actos reflejos, como el de succionarse el pulgar para luego poder amamantar.

La mamá, por su parte, sigue ganando peso, lo que puede comenzar a producirle algunos dolores en la espalda y los pies. Si el ginecólogo o la matrona lo permiten, es recomendable hacer alguna actividad física para ayudar a disminuir estas molestias, como pilates para embarazadas o hidrogimnasia.

La matrona Ingall Camus, del consultorio Jean Marie Thierry ubicado en Valparaíso, dice al respecto que “si bien los primeros meses es un reposo relativo por la alta probabilidad de aborto, la mujeres deben hacer una vida normal porque el embarazo no es una enfermedad”, por lo cual recomienda realizar algún ejercicio unas tres veces por semana.

Se deben evitar, eso sí, hacer ejercicios bruscos que puedan producir alguna contracción en el útero, por eso, salir a caminar, nadar, hacer yoga o pilates es una buena opción. La matrona advierte que todo va a depender de las características de cada embarazo, por lo que se puede probar la cantidad y tipo de ejercicio de forma progresiva.

Ana María, quien va a ser mamá por segunda vez a sus 34 años, comenzó a ir a pilates para embarazadas, lo que reconoce que la ha ayudado mucho, “no sólo te ayuda en la parte física a disminuir los dolores de espalda, sino que también es muy bueno para tu salud mental, porque compartes con otras futuras mamás, sales un poco de tu rutina y te despeja”.

Durante la semana 27
, el bebé tiene un ciclo de sueño más o menos estable, y duerme cerca de 20 horas al día. Cuando esté despierto, es muy probable que la mamá note mucha actividad en su vientre, ya que el feto comienza a probar posiciones y acomodarse hasta quedarse con una de forma definitiva. Generalmente se quedan de cabeza apoyando su espalda en el ombligo de la mamá.

Por su parte, la mujer empieza a notar cómo la piel de su vientre se estira, y es muy probable que empiecen a salir las primeras estrías, por lo que tomar ciertas precauciones de humectación no está demás. Lo mismo sucede en los pechos, los cuales también crecen considerablemente en esta etapa. Al final de esta semana, el bebé ya mide cerca de 35 centímetros y pesa cerca de un kilo.

En la semana 28, el cerebro del bebé está tan desarrollado, que su corteza cerebral ya estará capacitada para almacenar conocimiento, por lo que comenzará a construir sus primeros recuerdos. Por esta misma razón, el feto se familiariza con la voz de la mamá, e incluso puede llegar a reaccionar ante ella.

La semana 29 marca el inicio del último trimestre, periodo donde la madre gana más peso, ya que el bebé crece rápidamente. A partir de esta semana, la madre puede empezar a sentir las contracciones Braxton Hicks, las cuales se inician en la sexta semana, pero recién ahora son perceptibles. Estas contracciones son encogimientos normales del útero, el cual se está preparando para el parto.

Sin embargo, estas contracciones son muy distintas a las del parto, ya que son irregulares, indoloras, y no duran más de 30 segundos. Se sienten como pequeñas molestias estomacales, ya que se produce un endurecimiento en la zona. En cambio, las contracciones del parto son regulares, se producen cada 2 o 3 minutos, y duran entre 90 y 120 segundos. Al final de la semana 29, el bebé pesará cerca de 1200 gramos, y ya estará midiendo unos 37 centímetros aproximadamente.

En la semana 30, el bebé aumentará de peso porque empezará a guardar una pequeña capa de grasa, denominada vermiz, bajo la piel, la cual le ayudará a regular su temperatura cuando nazca. La mamá, por su parte, puede notar que sus pechos comienzan a secretar un líquido amarillo. Éste se llama calostro, y es una sustancia rica en proteínas que las glándulas mamarias secretan antes que baje la leche. Antes de la semana 31, el feto medirá unos 38 centímetros y pesará 1,3 kilos.

 Carolina Castro



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