Están asociados al cáncer a la piel y se caracterizan por el crecimiento anormal de células en alguna parte de la superficie de la dermis. Existen diversos tipos y el más frecuente es el Melanoma, que ha aumentado progresivamente, trayendo como consecuencia que el cáncer dérmico sea uno de los más frecuentes durante la última década, conjuntamente con el incremento del daño de la capa de ozono.