Cualquier tipo de trastorno ocurrido en la piel; desde una simple herida hasta alergias e infecciones causadas por sustancias químicas, parásitos, hongos y bacterias. También implica el desarrollo de tumores benignos y malignos, resultando afectados los nervios y vasos sanguíneos. Sarpullido, manchas blancas, café, amarillas, rojas u obscuras de diverso tamaño, disminución en el volumen dérmico y palidez.
El envejecimiento y una prolongada exposición a los rayos ultravioleta son dos de los principales factores por los que se produce un deterioro de nuestro cutis.