Equipo SaludActual
El desarrollo de las cataratas oculares es lento y no provoca dolor. Por esta razón, el paciente demora bastante tiempo en notar que esta anomalía existe. Averigua sobre sus síntomas y tratamiento en el siguiente artículo.
Una de las patologías oculares más conocidas y masivas son las cataratas, presentes en gran parte de la población correspondiente a adultos mayores, cuyo tratamiento es sencillo y completamente ambulatorio.
Se caracteriza por la opacidad del cristalino –parte del ojo que nos permite enfocar la vista y distinguir colores-, como resultado de un cambio y maduración constante, el que se detiene alrededor de los 45 años de edad. Por ello, las cataratas también son definidas como un envejecimiento ocular.
Para ver correctamente, los rayos de luz pasan a través del ojo mediante la pupila, enfocándose en la retina gracias al cristalino o lente, que al ser transparente entrega la imagen completa. El problema ocurre cuando éste se torna opaco.
Principales síntomas
El desarrollo de las cataratas oculares es lento y no provoca dolor. Por esta razón, el paciente demora bastante tiempo en notar que esta anomalía existe.
Sus síntomas son varios y el paciente puede sufrirlos en uno o ambos ojos. Estos son:
Factores de riesgo
Pese a que las cataratas son producto de un desgaste ocular progresivo, existen factores que pueden potenciar su aparición a futuro. Algunos son:
El tabaquismo: El humo del cigarrillo puede provocar daños en el ojo, que van desde úlceras o heridas microscópicas. Además de acelerar la degeneración celular.
Excesiva exposición al sol: Mirar fijamente al sol o exponerse a él sin las protecciones necesarias provocan daños acumulativos. Se recomienda utilizar gafas de sol o evitarlo directamente.
Inflamaciones o lesiones oculares: El no atender correctamente daños y heridas oculares de cualquier tipo, pueden provocar este daño a futuro.
Uso de medicamentos corticoides por mucho tiempo: Algunos de sus efectos secundarios tienen relación con la aparición de lesiones oculares.
Tratamiento de las cataratas
Tras el diagnóstico de cataratas, es fundamental mantener controles periódicos con el médico tratante, el que supervisará el avance de la patología, aliviando las molestias mediante la graduación de lentes ópticos y la realización de exámenes, además de suministrar gotas oftalmológicas, ungüentos o ejercicios oculares.
Pese a que no existen tratamientos para revertirlas, son de fácil eliminación mediante una cirugía ambulatoria, la que puede ser efectuada en cualquiera de las etapas de la patología, aunque se aconseja esperar a realizarla solamente cuando es estrictamente necesaria.
El proceso mantiene una duración de tan solo un par de horas, en las que se utiliza anestesia local, además de tecnología de punta minimizando los tiempos de recuperación y de molestias postoperatorias.
Procedimiento quirúrgico
Previo a planificar la cirugía, el médico tratante deberá realizar una serie de preguntas y exámenes en miras a afinar detalles sobre el procedimiento a realizar. Generalmente se realizan exámenes como el A Scan –consistente en medir la longitud del ojo– y la Queratometría –o medición de la curvatura de la córnea-.
Es importante que el paciente entregue un informe completo del historial de cirugías y tratamientos oftalmológicos realizados, además de detalles de todo tipo de medicamento ingerido suministrado. Esto, ya que existen algunas composiciones farmacológicas que inhiben los procesos naturales de la visión, los que de ser desconocidos, pueden generar complicaciones durante la cirugía.
La operación lleva el nombre de Facoemulsificación y consiste en realizar una incisión milimétrica al borde de la córnea y disolver el cristalino dentro del ojo, mediante un procedimiento tecnológico, indoloro e inmediato.
Otra opción es la succión del cristalino opaco, mediante un instrumento que lo destruye y luego lo erradica. Cabe destacar que este es una variante bastante antigua de la operación, pero que aun se utiliza en casos puntuales.
En ambos casos se reemplazará el cristalino dañado por un lente intraocular o LIO de plástico, silicona o acrílico, según corresponda.
El tratamiento postoperatorio consiste en los mismos cuidados de cualquier cirugía menor, además el paciente debe mantener el órgano operado tapado con un parche y utilizar lentes de sol especiales para protección, en todo momento. Asimismo, es necesaria la utilización de gotas oftalmológicas para agilizar la curación y permitir la lubricación natural.
Carolina Bustamante
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