25/02/2004
presentan un cuadro clínico grave asociado a una alta tasa de mortalidad
Las personas afectadas por la gripe aviar presentan un cuadro clínico grave
asociado a una alta tasa de mortalidad. Esta es la principal conclusión
del primer estudio que describe los síntomas y la evolución de estos
pacientes, distribuido antes de su publicación en la edición del
18 de marzo del 'New England Journal of Medicine'.
Tras analizar la evolución de 10 personas afectadas por la gripe aviar,
los autores de la investigación -médicos vietnamitas y un equipo
de la Organización Mundial de la Salud- afirman que hasta ahora no se
ha podido demostrar el contagio de la enfermedad entre humanos. Sin embargo,
mientras el virus siga circulando el riesgo de una pandemia aumenta, por lo
que el control de los brotes animales debe ser prioritario para que el número
de pacientes no aumente.
El artículo describe 10 casos confirmados de los 20 que hasta ahora
se han comunicado en el brote de gripe aviar de Vietnam. Como en los brotes
previos de Hong Kong (en 1997 y en 2003) y de Holanda del año pasado,
se confirma que un virus considerado exclusivamente de las aves ha sido capaz
de 'saltar' la barrera de las especies y afectar a los humanos.
Los 10 pacientes fueron ingresados en hospitales de Ho Chi Minh y Hanoi entre
diciembre del 2003 y enero del 2004. Eran jóvenes (entre cinco y 24 años)
y no tenían enfermedades previas. Nueve de ellos habían estado
en contacto directo con aves los tres días previos al inicio del cuadro.
Siete eran niños en edad escolar y tres eran granjeros.
La fuente de contagio
El tipo de contacto que habían tenido los menores con los animales variaba
desde haber cuidado a los pollos en sus casas hasta vivir en un barrio donde
hubiera animales afectados por la gripe aviar. En ningún caso hubo contagio
de persona a persona.
Todos los pacientes tuvieron fiebre, síntomas respiratorios como fatiga
y tos y un descenso en la cifra de linfocitos. Muchos también mostraban
diminución de la cifra de plaquetas, alteración de la función
del hígado o cifras bajas de glucemia.
Siete de los pacientes tenían diarrea y todos presentaron alteraciones
llamativas en la radiografía de tórax. A todos se les dio antibióticos
a su llegada al hospital, y algunos además recibieron corticoides. Cinco
de los pacientes fueron tratados con un antiviral, el oseltamivir, y otro con
rivabirina, también un fármaco que actúa frente a los virus.
Ocho de los afectados fallecieron durante el ingreso, un pacientes se recuperó
sin secuelas pese a la gravedad del cuadro y otro estaba mejorando cuando concluyó
el estudio. No se ha detectado ningún caso entre el personal sanitario
que atendió a los pacientes ni en los familiares de los afectados.