03/04/2009
La técnica podría beneficiar a aquellos pacientes hipertensos en alto riesgo de sufrir un ataque cardiaco o infarto
Una investigación del centro cardiovascular de la Universidad Monash, Australia, desarrolló una nueva técnica quirúrgica que interrumpe los nervios ubicados alrededor de los riñones hasta el punto de disminuir drásticamente la hipertensión.
Según explica el artículo publicado por el sitio Español ?Europapress.es?, la presión sanguínea de los participantes que recibieron este nuevo tratamiento, por catéter en el que la medicación disponible para la reducción de la tensión había fracasado previamente.
Sin embargo, el director a cargo del ensayo científico, Henry Krum, expresó que la técnica podría beneficiar a aquellos pacientes hipertensos en alto riesgo de sufrir un ataque cardiaco o infarto provocado por esta condición y los que no dan señales de mejoría con los tratamientos farmacológicos convencionales.
El doctor Krum, sostuvo que el análisis se realizó a un total de 50 pacientes, y que "esta breve terapia por catéter muestra un excelente perfil de seguridad, ya que no se produjeron efectos secundarios a largo plazo. La terapia basada en la denervación renal propició un importante y persistente recorte en la presión sanguínea, que además fue conseguida en pacientes resistentes a los múltiples fármacos disponibles?.
Agregando, el facultativo que ?la reducción de la presión sanguínea resultó evidente tan sólo un mes después de ser sometido al tratamiento, se redujo aún más a los tres meses, y luego siguió controlada en posteriores controles". Estos resultados serían los más significativos en el tratamiento de la hipertensión desde la introducción de fármacos para esta dolencia.
El procedimiento se realiza con anestesia local, utiliza energía por radiofrecuencia, y se administra en el área nerviosa escogida, por medio del catéter. Luego los nervios quedan silenciados en la arteria renal, que suministra sangre a los riñones.
Científicos, anteriormente ya habían indicado que esta zona podría ser un regulador clave para la presión sanguínea. Se estima que este descubrimiento puede revolucionar el tratamiento de los pacientes de hipertensión en el mundo, especialmente al 20 por ciento de enfermos que no responden a la medicación.