13/08/2004
La pubertad precoz es cada vez más frecuente en nuestros niños debido a los cambios en la dieta.
Ariel Lara Cáceres
Periodista SaludActual
La pubertad es el periodo de la vida en el que se produce la transición
desde la infancia a la vida adulta. La niñez va quedando atrás,
en este tiempo acontecen cambios que afectan a todos los órganos y estructuras
corporales. Los primeros signos de esta fase del desarrollo humano son la aparición
del botón mamario en la mujer y el crecimiento del testículo en
el hombre, además de un aumento repentino en el peso y la estatura en
ambos sexos.
Lo normal es que esto no suceda antes de los 8 años en las niñas
y antes de los 9 años en los varones, de ocurrir antes en ambos casos,
estamos en presencia de un síndrome de pubertad precoz que debe ser tratado
por un Endocrinólogo Infantil a la brevedad, de lo contrario, se corre
el riesgo de que el niño o niña vea afectado su normal crecimiento
pudiendo quedar "chico", o con menos estatura que la de sus padres.
El Endocrinólogo infantil, Hernán García, enfatiza que
antes de realizar cualquier diagnostico hay que tener en cuenta que la aparición
temprana de bello púbico (pubarquia) o sudoración axilar de fuerte
olor, no constituyen un desarrollo púber precoz. "Para determinar
esta condición es necesario hacer estudios de tipo radiológico
(edad ósea), hormonales, ecografías tomadas por Radiólogo
Infantil y no por un Ginecólogo (tamaño de ovarios y útero)
y scanners o resonancias nucleares al cerebro".
Una vez determinado el diagnóstico se debe comenzar a la brevedad con
el tratamiento farmacológico destinado a frenar la aparición temprana
de la pubertad, esto evitará que el niño pierda su potencial de
crecimiento y con esto no causarle futuros traumas por su talla inferior a la
del resto de las personas "normales". El doctor García también
señala que en ningún caso se debe frenar la pubertad después
de los 8 años. "El niño no va a crecer más, eso es
un error de los padres, no se justifica".
Entre los factores que están provocando este adelanto en el "estirón"
de los chicos, se encuentra, según el facultativo, la mala alimentación
que deriva en el sobrepeso u obesidad de nuestros hijos. "Los tejidos adiposos
que se acumulan en el organismo contienen Leptina, esta hormona envía
un mensaje a nuestro cerebro que se encarga de regular el peso de nuestro cuerpo.
De esta manera, cuando hemos alcanzado un peso determinado, inicia el proceso
de la pubertad".
Finalmente el doctor García recalca: "Es falso que el pollo provoca
un desarrollo prematuro en niños y niñas, eso esta más
que estudiado y ya se ha descartado de plano, es un mito. De lo que debemos
preocuparnos es del sobrepeso de nuestros hijos; qué están comiendo,
que hábitos de alimentación están adquiriendo. En nuestro
país se pasó muy rápido de la desnutrición a la
obesidad, ese es un cambio que aún no se asimila con responsabilidad".