21/11/2008
Estudios científicos demuestran que el tabaquismo genera estrés no por el temor a dejarlo, sino por la adicción que hace necesaria la nicotina en el metabolismo del fumador.
Según el último informe sobre la Tendencia Mundial de las Drogas, de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD, 2004), a nivel mundial, el tabaco tiene una prevalencia de 30 por ciento. En Chile, el consumo de cigarrillos es de 48 por ciento entre las personas de 12 a 64 años de edad.
Hoy, el tabaquismo entre los chilenos es una de las principales preocupaciones del Ministerio de Salud, planteándose como objetivo la disminución de fumadores en la población en general. De acuerdo a las estadísticas del MINSAL, en Chile se consumen 14 mil millones de cigarrillos al año.
Pero ¿qué tiene el cigarro que lo transforma en un vicio tan arraigado en nuestra sociedad? Cuántas veces no escuchamos a los fumadores justificar su vicio diciendo ?el cigarro me calma? o ?cuando estoy estresado, no hay nada más relajante que un cigarro?. La nicotina silenciosamente comienza a dominar al fumador, haciendo que éste le entregue poderes ?placenteros? al cigarro, reduciendo las tensiones y ansiedades propias de la vida actual.
El trabajo causa estrés. El estrés conduce al cigarrillo para aliviar la tensión y la ansiedad. El cigarrillo le otorga al fumador la sensación de alivio, pero en realidad esta ?cura? resulta peor que la enfermedad, no elimina el estrés y sí lo aumenta porque le suma a la persona la necesidad de tabaco mientras destruye su salud.
El científico e investigador Hans Seyle definió estrés como un estado de cambio fisiológico que se produce en un organismo al recibir determinados estímulos que sobrepasan el bienestar del mismo.
Un nuevo trabajo, cambio de jefe, problemas matrimoniales, hijos con mala conducta o simplemente autoexigencia laboral y personal, genera en este individuo que su organismo reaccione ante estos estímulos y comience la búsqueda de formas de escapar de esta tensión. Y es ahí, donde aparece en muchos casos el cigarro.
De acuerdo al Sexto Estudio Nacional de Drogas realizado por el Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (CONACE), en Chile 3.716.040 personas, entre 12 y 64 años de edad, declararon haber usado cigarrillos; de ellos, 733.377 personas fuma 10 o más cigarrillos diariamente.
En Chile, la batalla al cigarro ha comenzado. Y los fumadores ?incorporan? una nueva causa de estrés a su vida: el miedo a dejar de fumar.
Según Claudio Melej, Presidente de la Sociedad de Periodoncia Sede Norte, especialista en Periodoncia e Implantes, ?hay un miedo asociado a la decisión de dejar de fumar por lo mal que lo van a pasar, por lo que es fundamental contar con el apoyo de la familia y de tratamientos para vencer la adicción?.
En la actualidad, existe una terapia que ayuda a desligarse de la nicotina que se inhala en cada cigarrillo. ?Nicorette? es un chicle que permite calmar los síntomas de la abstinencia del cigarrillo, de manera de ayudar al paciente a participar en actividades asociadas al cigarrillo, sin tener que depender de éste. El fumador debe masticar lentamente el chicle y mantenerlo en su boca. Las ganas de encender un cigarro, poco a poco se disiparán.
?La cantidad de chicles a consumir durante el día, varía según la frecuencia de consumo de cigarrillos. En general, el tratamiento se extiende de 2 a 3 meses?, señala Florencio Meza, Grouper CHC/OTC J&J Personal Care.