08/10/2004
?El cuerpo se ataca asimismo?. En palabras simples así puede definirse esta patología que afecta principalmente a las mujeres; de 10 pacientes, 9 son de sexo femenino.
Ariel Lara Cáceres
Periodista SaludActual
La causa exacta que origina el lupus es desconocida. Se piensa que la
infección por un virus o la acción de otros agentes que hay en
el medio ambiente son los desencadenantes de la enfermedad. Además, parece
también necesario que exista una predisposición genética,
que la facilite.
El dermatólogo Alejandro Ríos, señala que otros
factores que parecen tener importancia en el desarrollo del lupus son los hormonales,
"no en vano esta enfermedad es mucho más frecuente en la mujer que
en el varón", enfatiza.
El especialista manifiesta que los primeros estudios sobre lupus y embarazo
indicaban que esta condición podía ser otro de esos elementos
activadores, pero las últimas investigaciones demostraron que la frecuencia
de reactivación de la enfermedad es igual en mujeres en ambas situaciones.
Según las observaciones, pareciera ser que las hormonas femeninas juegan
un papel importante porque la mayor incidencia es justamente en la etapa fértil.
También se cree que las pastillas anticonceptivas con estrógenos
podrían activar este mal.
Una de las consecuencias de la enfermedad es la producción de anticuerpos
(unas minúsculas proteínas que fabrica nuestro organismo para
defendernos de infecciones y otros agentes extraños). La particularidad
reside en que estos anticuerpos, están dirigidos contra las células
del enfermo, por eso se los conoce como: autoanticuerpos.
Hace años se creía que el lupus era una enfermedad rara.
Los medios disponibles para su diagnóstico eran escasos, motivo por el
cual se diagnosticaba poco y en general sólo los casos graves. Con el
paso del tiempo las técnicas para su diagnóstico han mejorado
ostensíblemente, lo cual ha traído consigo que se diagnostiquen
un número mucho mayor de casos de lupus, que en otros momentos pasaban
desapercibidos o simplemente se diagnosticaban de otra cosa. El lupus puede
aparecer a cualquier edad, infancia, edad adulta y ancianos, aunque la mayoría
aparecen entre los 17 y 35 años y como ya se dijo, es mucho más
frecuente en la mujer que en el varón, ya que de cada 10 casos 9 se dan
en mujeres.
¿Cuáles son los síntomas?
Como síntomas generales, lo más frecuente es que se produzca
cansancio fácil, pérdida de peso inexplicable y la fiebre prolongada
que no se debe a ningún proceso infeccioso. Además de dan síntomas
articulares y musculares, dentro de ellos se encuentran las manifestaciones
clínicas más frecuentes. El 90% de los pacientes con lupus padecen
dolor e inflamación de las articulaciones (artritis). Las que más
se afectan son las de los dedos de las manos, las muñecas los codos,
las rodillas y las de los pies
Al mismo tiempo que se produce la artritis pueden aparecer dolores musculares
en los brazos, las piernas, etc. En líneas generales estos síntomas
son leves y responden bien al tratamiento médico. En los casos más
graves se dan alteraciones renales, cardíacas, sanguíneas - como
la anemia - pulmonares y neurológicas (que van desde convulsiones hasta
psicosis).
Por la diversidad de síntomas esta enfermedad puede ser diagnosticada
por dermatólogos o nefrólogos, pero los reumatólogos se
han especializado principalmente en esta patología.
Para determinar que se trata de un lupus, existe una lista de criterios
- que incluye los síntomas nombrados anteriormente -. Si el paciente
presenta cuatro o más de ellos en forma simultánea o durante un
período de observación, se puede realizar el diagnóstico.
Además, estos criterios incluyen exámenes que detectan desórdenes
inmunológicos, es decir, la presencia de diversos anticuerpos contra
el propio organismo.
Afecciones a la piel son también frecuentes en este tipo de pacientes.
La lesión más conocida que se presenta, aunque no la más
frecuente, es el llamado "eritema en alas de mariposa", que consiste
en un enrojecimiento y erupción de la piel en las mejillas y nariz. Además
es frecuente la caída del cabello cuando la enfermedad está activa,
cuestión que mejora cuando el enfermo es tratado, vuelviéndole
a crecer el cabello.
¿Cómo se trata esta enfermedad?
Lo primero que debe saber el enfermo con lupus es que puede llevar una vida
lo más crecana a la normalidad. Pueden trabajar, estudiar y hacer
una vida de relación social similar a la de la gente que le rodea. No
es infrecuente que cuando hay lesiones cutáneas, experimente cierto rechazo,
especialmente en los ambientes laborales. Esto se da sobre todo por el miedo
existente, entre la gente que desconoce el lupus, a que se trate de una enfermedad
contagiosa. Ante esto lo único que cabe, es explicar claramente en qué
consiste la enfermedad.
La alimentación debe ser completa y sana. No hay ningún
alimento que sea especialmente perjudicial para el paciente. Hay casos descritos
en los que el lupus empeoraba al tomar productos lácteos. En cualquier
caso esto no deja de ser un hecho aislado y por lo tanto no tiene más
interés que el conocerlo
Cuando hay afección renal y sobre todo hipertensión arterial,
habrá que tomar una serie de medidas, entre ellas la de comer alimentos
poco salados y no condimentar la comida con sal. El doctor Ríos indica
que otra de las medidas que se deben tomar es evitar tomar el sol y/o protegerse
la piel, en los pacientes que sean sensibles a la luz solar. "Uno de los
pilares del tratamiento es que la gente se cubra para protegerse del sol, que
usen sombreros y ropa adecuada, protectores solares, en esta época del
año esta gente lo pasa muy mal", recalca.
El lupus no se cura con medicamentos, pero se puede controlar de forma que
el enfermo no padezca problemas durante años. Ello implica, que el
paciente tendrá que tener controles médicos periódicos,
cuya frecuencia dependerá de su situación clínica.
Entre los medicamentos más utilizados están los antiinflamatorios,
que alivian el dolor de la artritis y pueden suprimir otros síntomas
leves del lupus, como los dolores musculares y algunas pleuritis o pericarditis
y los corticoides, que según el doctor Ríos siguen siendo el medicamento
más importante para controlar muchos de los síntomas que aparecen
en el lupus. Prácticamente todas las complicaciones de esta enfermedad,
especialmente cuando tienen cierta importancia, son subsidiarias de ser tratadas
con éxito con los corticoides.