09/09/2004
Así se denomina al trastorno psiquiátrico de apostar y apostar sin control.
Ariel Lara Cáceres
Periodista SaludActual
El punto de partida en este tema es que el juego patológico, aunque
pueda parecer un vicio, es una enfermedad, ya que aunque el juego en general
es una entretención normal, cuando se constituye en adicción se
convierte en una anomalía. Muchas personas han llegado a perderlo todo;
dinero, familia, trabajo, relaciones de pareja, etc. por culpa de su dependencia
del juego. Para estos enfermos, el juego es una obsesión que puede considerarse
como un descontrol de los impulsos, así como sucede con el impulso de
robar (cleptomanía) o de quemar cosas (piromanía).
Esta enfermedad descrita por la Asociación Psiquiátrica Americana
en 1980 se caracteriza por que los jugadores pasan mucho tiempo en el lugar
donde juegan, por lo que descuidan a su familia, amigos, trabajos, estudios,
etc. Esta patología también presenta síntomas físicos,
estos son: una excesiva sudoración en las manos, aumento de la frecuencia
cardiaca y náuseas.
La Asociación Americana de Psiquiatría señaló
en 1995 que hay juego patológico cuando se dan al menos cinco de las
siguientes circunstancias:
- Preocupación por el juego (por ejemplo, idear formas de conseguir
dinero para jugar)
Necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para conseguir el grado
de excitación deseado.
- Fracaso repetido de los esfuerzos para controlar, interrumpir o detener el
juego.
Inquietud o irritabilidad cuando se intenta interrumpir o detener el juego.
- El juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas.
- Después de perder dinero en el juego, se vuelve a jugar para intentar
recuperarlo.
- Se engaña a los miembros de la familia, terapeutas u otras personas
para ocultar el grado de implicación en el juego.
- Se cometen actos ilegales como falsificaciones, fraude, robo o abusos de confianza
para financiar el juego.
- Se han puesto en riesgo o perdido relaciones interpersonales significativas,
trabajo u oportunidades profesionales por causa del juego.
- Se confía en que los demás proporcionen dinero que alivie la
situación financiera causada por el juego.
Hay ludópatas que hallan placer en el hecho de jugar, otros que dicen
ganar dinero jugando y también los hay quienes afirman ser unos expertos
en los trucos del azar y que son capaces de detectar cuándo, por ejemplo,
la maquina del casino "está caliente" y se dispone a dar premios
cuantiosos. Si se llaman juegos de azar es porque no hay forma de controlar
sistemáticamente los resultados del juego y, por tanto, apenas intervienen
las habilidades de la persona para saber cuándo se cantará bingo,
si la ruleta se detendrá en tal o cual número o si el premio de
la lotería se venderá en tal o cual localidad. Por otro lado,
algunos ludópatas se excusan asegurando que jugar les libera de tensiones
cotidianas, que les divierte, les distrae o les permite albergar la esperanza
de un futuro sin problemas económicos.
Según información emitida por la Clínica Alemana
de Santiago, en Chile no se ha estudiado profundamente el tema, ya que la enfermedad
se presenta con mayor incidencia en lugares donde el juego está legalizado.
En Estados Unidos se estima que cerca del 68% de la población participa
de algún tipo de juego y que casi el 1% cumpliría con criterios
para ser diagnosticados como jugadores patológicos.
Los hombres son más propensos a caer que las mujeres y se ha descrito
que por cada tres varones existe una ludópata. Pero independiente del
sexo, se estima que "esta actividad se desarrolla como una búsqueda
de olvido y escape de periodos de estrés o depresión, producto
de problemas laborales, familiares, financiero o legales", según
señaló el psiquiatra de la misma clínica, Alejandro
Koppmann.
¿Qué hacer ante un caso de ludopatía?
- Las familias de los jugadores patológicos pueden solicitar la prohibición
de que estos entren a ciertos lugares de juego, como bingos y casinos.
- Si existen indicios razonables de juego patológico, acudir a profesionales
especializados y también a asociaciones de autoayuda para las ludopatías.
- Normalmente, un ludópata no puede dejar de jugar sin recibir ayuda,
por mucha fuerza de voluntad que tenga.
- La ludopatía rara vez tiene una sola causa o circunstancia. Requiere
de la intervención de especialistas (psiquiatra) para diseñar
el proceso de deshabituación.
- Es frecuente que el ludópata tenga una personalidad inmadura, miedos,
sentimientos de inferioridad y falta de responsabilidad.
- Como una de las características del ludópata es la impulsividad,
la intervención consistirá en una reestructuración de la
personalidad, que le permita afrontar situaciones difíciles, tolerar
la frustración y aprender a fijarse limites.
- Además debe intervenirse en el entorno familiar o social, como en cualquiera
otra adicción.
- La familia debe entender que se trata de una enfermedad y asumir la responsabilidad
de acompañar y ayudar al paciente en el proceso de deshabituación.
- Y no olvidar el factor prevención. Es importante que los hijos no oigan
frecuentemente que una lotería o un juego solucionaría nuestras
vidas.