Leyes restringen fertilización en Italia.

15/03/2004

La legislación limita el tratamiento a parejas estables y otorga al embrión los mismos derechos que tiene un ciudadano.

Italia: nuevas leyes sobre fertilización



De ahora en más es esencial estar en una relación estable.

Una nueva ley que restringe los tratamientos de fertilización entra este
martes en vigor en Italia.

La legislación limita el tratamiento a parejas estables y otorga al
embrión los mismos derechos que tiene un ciudadano.

Donaciones de esperma, embriones congelados y el "alquiler de vientres"
quedan desde ahora prohibidos.

Solamente las parejas con problemas de fertilidad pueden acceder a un tratamiento
de inseminación artificial.

La nueva normativa -una de las más restrictivas en Europa- recibió
apoyo tanto como críticas.

Según la corresponsal de temas de salud de la BBC, Karen Allen, muchos
consideran que la medida es una reacción del catolicismo ante los experimentos
en fertilidad y clonación que se han venido llevando a cabo en Italia.

Recientemente, doctores italianos ayudaron a concebir a una mujer de 63 años
y afirmaron además que serán los primeros en efectuar exitosamente
la clonación de un ser humano.

Infértiles y estables

Según las nuevas reglas, sólo las parejas infértiles que
llevan una relación estable podrán recibir tratamiento en centros
médicos aprobados por el gobierno.

Las clínicas podrán utilizar únicamente tres embriones
por pareja y los tres deberán ser implantados simultáneamente.

Quienes critican la decisión del gobierno sostienen que la ley restringe
las posibilidades de concebir y que puede incrementar el número de partos
múltiples.

La corresponsal de la BBC señaló que varias clínicas especializadas
estudian mudar sus instalaciones a países vecinos, aumentando así
la tendencia al "turismo de fertilidad".

Las autoridades italianas manifestaron que evaluarán la situación
y dijeron que si el éxito de los tratamientos de fertilización
artificial disminuye, reconsiderarán su posición.

Quienes están a favor de la legislación argumentan que el abuso
de los tratamientos de fertilización debe detenerse y que deben protegerse
los derechos de los embriones.