15/01/2010
La lactancia durante más de seis meses ayuda a mejorar la salud mental de los pequeños en su adolescencia. Existen varios aspectos que pueden influir en el positivo desarrollo mental de los niños.
El desarrollo de los problemas mentales de los niños se comienzan a forjar desde los primeros días de vida. Según un estudio, la leche materna previene aquellos problemas conductuales, reduce el estrés y protege a los niños de no sufrir de trastornos mentales en su adolescencia. (vía elmundo.es)
El estudio de un grupo de científicos australianos, duró 14 años y contó con la participación de 2.900 mujeres. Para dicha investigación también se tomaron en consideración, datos familiares, sociales, económicos, médicos y exámenes de los recién nacidos a los dos días del alumbramiento.
Luego de especificar y dejar constatado la forma de alimentación que llevaban los pequeños, es decir si era leche materna o artificial y el tiempo que la madre amamantó (menos de seis meses o más de medio año), los especialistas realizaron cuestionarios acerca del comportamiento y psicopatología de los niños cuando éstos tenían uno, dos, tres, cinco, ocho, 10 y 14 años.
Además, se incluyeron los análisis de ciertos factores propios de madre y el entorno, como por ejemplo la edad de la madre, su nivel educativo, estructura familiar, nivel de estrés en la casa, peso y talla del bebé al nacer y si había existido o no depresión posparto.
Según la opinión de los profesionales a cargo del estudio, hay varios aspectos que pueden influir en que la leche materna sea positiva en el desarrollo mental de los niños. Uno de ellos sería el contacto físico que implica amamantar, ya que la lactancia tiene un efecto positivo en el desarrollo de aspectos neuroendocrinos, muy necesarios para la respuesta al estrés de los niños. (vía elmundo.es)
Otro aspecto científico que avala la importancia de la lactancia, son los componentes bioactivos de la leche materna, éstos también intervienen en el estrés que pueda presentar el menor, mientras que las leches artificiales tiene el efecto contrario, es decir el comportamiento del niño podría resultar depresivo.