Hipertensión arterial: El enemigo silencioso

22/09/2004

Más de 2 millones de personas en Chile la padecen y sólo un poco más de la mitad de esta cifra lo sabe.

Ariel Lara Cáceres

Periodista SaludActual

Según el cardiólogo de la Clínica Santa Maria,
 Luis Hernán Zarate, en general la gente utiliza el término
 "presión alta" para referirse a la hipertensión arterial
 (HTA), que es la denominación utilizada por los especialistas para
 referirse al aumento anormal de la presión que ejerce la sangre sobre
 el endotelio o en palabras simples, las paredes de las arterias.

La presión arterial es la presión que ejerce la sangre
 sobre las paredes de las arterias (Endotelio). Esto se produce cuando el corazón
 bombea la sangre y la hace circular por el cuerpo a través de las arterias.
 En condiciones normales, el corazón late de 60 a 80 veces por minuto.
 Con cada latido manda una ola de sangre a las arterias, esto hace que la presión
 se eleve, por otra parte, la presión baja cuando el corazón descansa
 entre latidos. La hipertensión arterial se da cuando se presentan cifras
 de presión arterial mayores de 140/90.

Según el facultativo, se miden dos niveles de presión
 arterial: la más alta o sistólica, que ocurre cada vez que el
 corazón se contrae o bombea la sangre en los vasos sanguíneos
 y la más baja o diastólica, que ocurre cuando el corazón
 se relaja. Cuanto más estrechos sean los vasos sanguíneos, más
 difícil se hace para el corazón su tarea de impulsar la misma
 cantidad de sangre a todo el organismo. Las personas hipertensas, tienen cifras
 de presión arterial superiores a 140 (sistólica) y 90 (diastólica)
 milímetros de mercurio.

La presión arterial se mide de manera muy sencilla a través
 de un tensiómetro de mercurio, o por medio de un esfigmomanómetro
 (brazalete unido a un dispositivo de medición), instrumento que está
 disponible en cualquier posta, hospital o clínica del país. También
 existen tensiómetros digitales, que utilizados de forma adecuada, constituyen
 una gran ayuda para el paciente y el médico en la tarea de llevar el
 control optimo de la presión arterial.

El doctor Zarate señala que quienes tienen mayor riesgo de
 presentar hipertensión arterial, son las personas con antecedentes
 familiares de esta enfermedad, además de las personas mayores de 60 años
 (En nuestro país el 65% de estos individuos padecen de HTA) y las mujeres
 embarazadas. En tanto, la presencia de obesidad y enfermedades como la diabetes
 mellitus, se asocian con un mayor riesgo de padecer HTA.

"La hipertensión afecta con mayor frecuencia a sujetos que padecen
 de Síndrome Metabólico, una condición en la cual
 se presentan en el mismo individuo varias alteraciones como la hiperglicemia
 (alteración de la regulación del azúcar-glucosa), la dislipidemia
 o alteraciones en el equilibrio de las grasas (triglicéridos y colesterol
 altos) y la obesidad. Además estas personas presentan un estado de resistencia
 a la insulina, es decir, un cambio en las condiciones normales de funcionamiento
 de esta hormona que impide su acción sobre diversos tejidos del hígado,
 el músculo y la grasa", agrega el profesional.

¿Cuáles son los riesgos de ser hipertenso?

Zarate manifiesta que la hipertensión arterial, por leve que
 sea, aumenta sustancialmente el riego de sufrir un infarto al miocardio,
 trombosis de arterias cerebrales, hemorragia intracerebral, daño renal
 irreversible, compromiso de las arterias de las piernas y afecciones serias
 de la retina que conducen a la perdida de la visión. Estos órganos
 en conjunto se denominan "órganos blanco", pues son las más
 afectados por la enfermedad cuando no se controla.

¿Qué se puede hacer para bajar la presión arterial?

- Dejar de fumar.

 - Controlar el peso.

 - Reducir el consumo de sal y cosumir alimentos saludables.

 - Evitar el consumo excesivo de alcohol.

 - Hacer ejercicios regularmente.

 - Reducir el estrés.

 - Tomar correctamente los antihipertensivos.

En relación al último punto, el doctor Zarate es enfático:
 "No permita que los medicamentos le sean cambiados en las farmacias
 o por sugerencia de amigos o la familia, argumentando que es el mismo medicamento
 o que puede tener mejores resultados. Recuerde que cada persona es única
 e irrepetible y el médico es el único que puede prescribir
 las medicinas de acuerdo a las características de cada paciente.
 Un cambio en los tratamientos puede tener como consecuencia el fracaso en
 el control de las cifras de presion arterial, además de provocar daños
 en algún órgano blando".

Es importante tener en cuenta que la hipertensión arterial puede
 tener síntomas inespecíficos e incluso, no evidenciar ningún
 síntoma, originando en las personas una falsa sensación de
 bienestar, por lo tanto, confiarse puede ser mortal.