17/06/2010
La exposición sin la protección adecuada de nuestros ojos a los rayos UV, cuando se practica un deporte en la nieve, puede generar la llamada ceguera blanca o fotoqueratitis.
Si bien es cierto que la radiación UV es generalmente más baja durante los meses de invierno, la reflexión de la nieve puede doblar la exposición total de un individuo a los rayos UV. De hecho, la nieve fresca según datos OMS refleja hasta un 80 % de los rayos UV, comparada con otras superficies como por ejemplo: el pasto, el cemento y el agua. Estos reflejan menos del 10% de la radiación UV. La arena de la playa (cerca de 15 %), y la espuma del mar (cerca de 25%).
Otro dato que se debe tener presente es que la proporción de los rayos UV en la luz solar aumenta a un 10% cada 1.000 metros.
Para saber como podemos resguardar nuestros ojos de los peligrosos rayos UV de la temporada de nieve que se inició el jueves 3 de Junio, la Doctora Marlene Vogel, del Centro Oftalmológico Puerta del Sol, recomienda utilizar lentes de sol o antiparras que reduzcan el resplandor y que cumplan con altos niveles de aislamiento ultravioleta. Idealmente que posean protección lateral para evitar cegueras y quemaduras por reflejo. Al mismo tiempo aconseja utilizar gorros especiales o pasamontañas, para bloquear la zona de los ojos en condiciones de viento blanco.
De acuerdo a la especialista los amantes del deporte blanco que pasan mucho tiempo expuestos a los rayos UV y no protegen adecuadamente sus ojos pueden sufrir las llamadas cegueras de la nieve o fotoqueratitis, una condición que es causada por la exposición excesiva de ojos desprotegidos a la luz ultravioleta reflejada por la nieve. Esta condición, que puede dañar la córnea, causa dolor del ojo, sensibilidad extrema a la luz, sensación de tener arena en el ojo, además de una disminución de la agudeza visual. Otras complicaciones que se pueden producir son cataratas precoses, lesiones a la rutina y conjuntivales.
Generalmente los síntomas aparecen entre 6 y 12 horas después de la exposición. Aunque la córnea se cura generalmente después de un tratamiento de entre 12 y 24 horas, que consiste en un reposo en la oscuridad con los ojos cerrados o lentes oscuros, vendaje ocular, colirios o pomadas oftálmicas cicatrizantes antisépticas y analgésicos, la especialista del Centro Oftalmológico recomienda tomar las precauciones apropiadas antes de subir a la nieve.