12/07/2010
Los beneficios cosméticos de los vegetales han sido ampliamente estudiados y tienen relación directa con los compuestos químicos propios de las plantas.
Desde tiempos remotos la naturaleza ha sido fuente de belleza y juventud para la piel. Los extractos herbales y botánicos han sido ingredientes activos en los productos cosméticos más antiguos y son la base de la fitocosmética actual.
La fitocosmética se vale de extractos, aceites, moléculas vegetales y aceites esenciales, que se añaden para actuar con el resto de los ingredientes. Estos principios se encuentran en la hoja, el tallo, el fruto, la flora, el bulbo, la corteza o el grano, en función de la concentración del activo.
Los fitocosméticos penetran profundamente en la piel gracias a las fitoestimulinas que producen los vegetales, aportando así todos sus beneficios.
Campos y bosques hoy se convierten en fuentes de juventud y belleza. De ellos se pueden obtener extractos hidratantes, emolientes, calmantes, cicatrizantes, regenerantes, nutritivos, antioxidantes, suavizantes, aromáticas, estimulantes y revitalizantes.
Según Serhan Berker, Gerente Regional para América Latina de B´iota Labs, líder en el tema de los fitocosméticos en el mundo, su actividad se ha centrado en elaboración de productos en base a hierbas naturales debido a que no tienen efectos secundarios sobre la salud.
Berker enfatiza que el objetivo de la fitocosmetología sigue siendo el mismo que en su origen, utilizar extractos naturales de plantas para la obtención de activos que le devuelvan la belleza a la piel.