17/02/2004
Un poco de ejercicio semanal y una dieta equilibrada que mantenga a las personas en el peso adecuado
Un poco de ejercicio semanal y una dieta equilibrada que mantenga a las personas
en el peso adecuado son dos remedios eficaces para luchar contra la progresión
de las enfermedades crónicas del hígado en los pacientes con sobrepeso.
Un reciente estudio demuestra que estas normas, que son fáciles de poner
en práctica, tienen importantes consecuencias para la salud.
El trabajo, publicado en la revista 'Gut', ha revelado que las dos terceras
partes de los enfermos de esteatosis hepática no alcohólica -una
patología que se caracteriza por la acumulación de grasa en el
hígado a pesar de no consumir alcohol- con sobrepeso mejoraron su calidad
de vida y detuvieron el ritmo de evolución de su enfermedad gracias a
una dieta sana y al ejercicio físico.
En la investigación, realizada por un equipo de científicos australianos,
participaron 31 personas con sobrepeso que padecían la enfermedad. Todos
ellos accedieron a ponerse a dieta durante 15 meses y a hacer deporte de forma
regular.
El programa consistía en perder peso durante los primeros tres meses
y mantenerse durante los 12 restantes. Para ello, además, de una dieta,
los pacientes practicaban dos horas y media de ejercicios aeróbicos a
la semana. Antes de empezar la investigación sólo 10 de las 31
personas implicadas en el trabajo realizaba alguna actividad física.
Una vez transcurridos los 15 meses que duraba el estudio, casi dos terceras
partes de los participantes (el 68%) se habían mantenido en el peso conseguido
tras perder los kilos de sobra en la primera fase de la investigación.
Además, los enfermos mejoraron los niveles de enzimas hepáticas,
disminuyeron los índices de grasa y glucosa en sangre y, sobre todo,
mejoraron su calidad de vida.
Aquellos que no lo lograron fue, la mayoría de las veces, como explican
los autores del trabajo, porque no cumplieron con las dos horas y media de ejercicio
físico a la semana.
La esteatosis hepática puede derivar, con el paso del tiempo y si el
enfermo no se cuida lo suficiente, en una cirrosis. Por ello los investigadores
consideran que estas dos medidas, la práctica de ejercicio físico
y la adopción de una dieta que ayude a perder kilos a los pacientes con
sobrepeso, deberían formar parte del tratamiento contra las enfermedades
crónicas del hígado.