25/09/2009
La carencia de vitamina D en mujeres posmenopáusicas acrecentaría el riesgo de padecer hipertensión sistólica en los próximos 15 años.
Durante la asamblea de la Asociación Americana del Cáncer, realizada ésta semana en Estados Unidos, se dio a conocer una investigación sobre hipertensión, la que indica que la carencia de vitamina D en mujeres posmenopáusicas acrecentaría el riesgo de padecer hipertensión sistólica en los próximos 15 años.
El estudio efectuado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan, divulgado por el sitio noticiosos ?Europapress?, analizó los datos sobre metabolismo y salud ósea en 559 mujeres desde 1992 cuando éstas tenían entre 24 y 44 años y una media de edad de 38 años.
Simultáneamente, el equipo de investigadores registró la presión sanguínea anualmente y midieron los niveles de vitamina D en sangre, para luego compararlos con las medidas de presión sanguínea diastólicas tomadas en 2007.
Logrando descubrir que las mujeres premenopáusicas que tenían falta de vitamina D, presentaban tres veces más riesgo de desarrollar hipertensión sistólica, que es la presión de la sangre en los vasos sanguíneos cuando el corazón late, en los siguientes 15 años en comparación con las que tenían niveles normales de vitamina D.
Uno de los científicos a cargo del estudio, Flojaune C. Griffin, revela que "este estudio difiere de otros porque estamos examinando un periodo de 15 años, un seguimiento más largo que otros muchos estudios. Nuestros resultados indican que la deficiencia temprana de vitamina D podría aumentar el riesgo a largo plazo de hipertensión en mujeres en la mitad de su vida".
El artículo médico también señala que después de 15 años, el 19 por ciento de las mujeres habían sido diagnosticadas o estaban siendo tratadas por hipertensión y un 6 por ciento adicional tenía hipertensión sistólica no diagnosticada. Ratificando así, que la vitamina D tiene un papel fundamental para prevenir este padecimiento.
Por otra parte, la vitamina D ayuda a mantener la salud ósea y podría tener un impacto en positivo en las enfermedades infamatorias y el sistema inmune.