14/04/2004
Una reciente investigación reveló que la mayoría de los hospitales de América latina no cumple con las recomendaciones de los expertos sobre la forma más conveniente para hacer dormir a los bebés, posturas de las
Una reciente investigación reveló que la mayoría de los
hospitales de América latina no cumple con las recomendaciones de los
expertos sobre la forma más conveniente para hacer dormir a los bebés,
posturas de las que puede depender la vida de los menores.
"Si todo el personal de salud transmite e insiste el mismo mensaje se
logrará compenetrar a la madre y sus familiares para que adopten la recomendación
de acostar boca arriba al recién nacido", dijo el ginecólogo
argentino José Belizán, director del Centro Latinoamericano de
Perinatología y Desarrollo Humano (CLAP) -miembro de la Organización
Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud- con
sede en Montevideo.
Consideró aconsejable que las maternidades cumplan las recomendaciones
antes de dar de alta a la madre.
El motivo de que muchas mujeres decidan acostar a sus bebés boca abajo
es "todavía un gran misterio", agregó.
Los expertos señalan que aparentemente ese furor comenzó en la
década del 1950 cuando se argumentó que era la posición
ideal para los bebés prematuros, ya que así se concentraba mejor
el calor.
"Así fue que (la posición) boca abajo se extendió
a toda la población de recién nacidos, sin discriminación
alguna", sostuvieron los estudios.
Sin embargo, la alta cantidad de muertes sin causa aparente (cinco cada 1.000
nacimientos) motivó que los investigadores de países desarrollados
tomaran la iniciativa de estudiar los riesgos de dormir boca abajo.
Esos países ya habían logrado reducir la mortalidad infantil
por neumonías, diarrea, infecciones, desnutrición o sarampión
a siete cada mil nacimientos, pero no podían controlar aquellas muertes
sin causas aparentes.
Las investigaciones llevaron a descubrir que acostar a los bebés boca
abajo era uno de los factores que explicaban el misterio de dichas muertes sin
causa aparente, conocidas también como muerte blanca o súbita
del lactante.
Ante esa constatación, a comienzos de los años 90 la sugerencia
de poner a dormir a los niños acostado de espaldas tuvo aceptación
en Europa y América del Norte.
El informe señala entre otras cosas que desde que en 1996 la Academia
Estadounidense de Pediatría impulsó la campaña llamada
"Bebés boca arriba" la incidencia de muerte súbita disminuyó
más del 40 por ciento.
Empero, no ha sucedido lo mismo en América latina y el Caribe, de acuerdo
con un estudio que investigó la postura para acostar a los recién
nacidos que se utiliza en hospitales de Antigua y Barbuda, Argentina, Barbados,
Bahamas, Brasil, El Salvador, Guatemala, Guayana, Jamaica, México, República
Dominicana, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, St. Kitts, Trinidad
y Tobago y Uruguay.
Tras esa investigación, un informe destacó que la posición
más utilizada en 213 nosocomios consultados es la de costado, forma que
no es recomendable porque aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante
debido a que el niño tiene más probabilidades de rotar hacia abajo.
El resultado de las consultas de los 213 hospitales determinó que en
18 (8,5 por ciento) se acostaba a los niños sanos boca abajo, en 104
(48,8 por ciento) de costado, en 53 (25,2 por ciento) boca arriba y en 37 (17,5
por ciento) no se adoptaba una posición definida o las respuestas fueron
inconsistentes.
La investigación determinó también que sólo el
15 por ciento de los hospitales brinda a las madres información escrita
a la hora del alta sobre la posición correcta para acostar a sus bebés.
Si bien un porcentaje de los hospitales (7,6 por ciento) de la región
recomienda acostar a los niños en posición incorrecta, boca abajo,
es muy alto (59 por ciento) el porcentaje que aconseja la postura de costado.
"Las recomendaciones dadas en el hospital tienen una gran influencia sobre
la posición que los padres adoptarán para acostar a sus hijos
en el hogar", dice el informe. Por eso insiste "en que los hospitales
adopten una conducta uniforme y explícita de acostar a los recién
nacidos boca arriba" y en "recomendar dicha práctica a los
padres", concluyendo que el cambio "es una intervención sencilla,
sin costos y efectiva para reducir el síndrome de muerte súbita
del lactante".
Se admite que el temor de los padres es que si el niño duerme boca arriba
corre el riesgo de tragarse el vómito, aunque ésta es una causa
muy rara de muerte y nunca fue descrita como origen del síndrome de muerte
súbita, de acuerdo con los expertos.
En la revista especializada en temas científicos The Lancet, de Gran
Bretaña, un estudio afirmó en forma concluyente que al acostar
al bebé en posición prona (boca abajo) los riesgos de muerte súbita
son 13 veces más que si se lo coloca boca arriba. Asimismo se detectó
un riesgo significativo (45 veces más) cuando el niño gira de
costado a la posición boca abajo.
El informe dice haber hallado relación entre la muerte súbita
del lactante con el hecho de que la madre fuma y comparta la cama con el niño.
En esos casos el riesgo aumenta en 27 veces.
La investigación comparó 745 casos de bebés que fallecieron
por muerte súbita con 2411 casos controles (niños que viven y
que tienen las mismas características culturales y sociales que los fallecidos).
Alrededor del 48 por ciento de los casos de fallecidos por muerte súbita
fueron atribuidos a dormir de costado o boca abajo.