Equipo SaludActual
El correcto fluir de energías es el fundamento de la práctica del Reiki, un sistema que armoniza y permite curar desequilibrios físicos y mentales.
Hace bastante tiempo que el Reiki forma parte de las terapias alternativas o naturistas, que la gente utiliza como una forma de sanación y para tratar aquellos desequilibrios energéticos que causan conductas y aptitudes negativas.
El Reiki es una técnica sencilla que usa la energía para curar, tomando como objetivo básico integrar en forma armoniosa la energía del universo (Rei), con la energía interna de los seres vivos (Ki).
Para poder practicar el Reiki, el sanador debe canalizar la energía universal para realizar la función curativa, y equilibrar el sistema energético del receptor, es decir el sanador es la vía por donde transita la energía Rei. En el caso del receptor la energía recibida ayuda a que éste pueda hacer circular bien su propia energía, generando un estado de bienestar y plenitud.
La forma de realizar el Reiki se trata de colocar las manos en los lugares del cuerpo, en los cuales están los centros energéticos llamados chakras, de esta forma estimular las energías propias del paciente y hacer que circulen de mejor forma.
Con las sesiones de Reiki, es posible que los pacientes experimenten variadas sensaciones y emociones. Entre las sensaciones físicas que perciben, se encuentran el calor, hormigueo, vértigo o cosquilleo. Mientras que en las emociones más profundas, el Reiki puede desencadenar una fase de desahogo, en donde el paciente es posible que llore o comience a hablar de lo que le ocurre, liberaciones que alivian a los pacientes.
A diferencia de otro tipo de terapias, el Reiki no está ligado a ninguna creencia religiosa y en la actualidad es utilizado como terapia de apoyo o complementaria, ya que minimiza los efectos de los tratamiento convencionales, en especial cuando estos requieren un desgaste psicológico y físico importante.
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