Equipo SaludActual
Dos de cada 10 embarazadas tienen diabetes gestacional, esta enfermedad se considera común dentro del embarazo, aunque sin el cuidado riguroso, puede conllevar a complicaciones graves.
La diabetes eleva los niveles de azúcar en la sangre. Al ingerir los alimentos, estos son procesados por el sistema digestivo y los transforma en glucosa, la cual aporta energía a las células.
Para completar la función, debe trabajar la insulina, que es una hormona producida por el páncreas, si esta no puede hacer que las células se alimenten de glucosa, el azúcar se queda circulando por la sangre sin producir energía.
En la mayoría de los casos, las embarazadas producen estas hormonas sin dificultad, pero al no hacerlo, o bien producir menos, provoca la diabetes gestacional, enfermedad que puede persistir hasta que nace el bebé.
Esto marca un precedente y aumenta el riesgo de que la misma enfermedad se presente en embarazos futuros, con el tiempo, la madre también podría desarrollar diabetes tipo 2, ya que en ambos casos hay resistencia a la insulina.
La diabetes gestacional puede afectar a la madre y al bebé, por lo tanto, una vez diagnosticada debe seguir tratamiento inmediatamente. Lo que incluye menús especiales y una guía de ejercicios físicos que reducen los efectos en el feto y recurrir a parto por cesárea.
Se suele practicar cesárea en la mayoría de los casos de diabetes gestacional, ya que el bebé recibe el azúcar que circula por la sangre de la madre, esto lo hace engordar, sobre todo desde el torso a la cabeza, este hecho hace que el parto normal sea difícil y riesgoso.
El feto puede aumentar su peso y talla sobre lo normal, el incremento excesivo se conoce como macrosomia, y los bebés con está características tienen dificultad para pasar por el canal vaginal, por eso ante el riesgo de provocar lesiones musculares e incluso alguna secuela cerebral, producto que en algunos casos el bebé quede sin oxígeno por unos segundos, se realiza cesárea.
Controles médicos deberían ser cada 15 días, en estas visitas la madre debería realizarse una glucemia, después de comer, este examen que no debe superar los 120 mg/dl. Si así ocurre la prueba se programa para la semana 37 o 38 de embarazo. Mientras que si supera el valor de referencia, se indica realizar prueba de tolerancia a la glucosa, una vez dado el diagnóstico de diabetes gestacional, la primera etapa de tratamiento y evaluación consiste en una dieta sana, basada en alimentos que no aumenten la producción de glucosa y comer en horarios de intervalos de tres horas.
Si con este régimen no es posible controlar la diabetes, se receta el uso de insulina inyectable o pastillas. Este método amerita que se controle el azúcar luego de comer, y en algunos casos también antes.
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