Equipo SaludActual
Durante el período premenstrual la mujer se enfrenta a múltiples síntomas físicos y emocionales. Estas molestias ocurren en alrededor del 90% de las mujeres, mientras que el Síndrome Disfórico Premenstrual se produce en menores casos, pero es más complejo. Aprenda a reconocerlo a continuación.
A pesar de que el síndrome premenstrual o SPM es bastante común, algunas mujeres, cerca del 5 al 10%, se enfrentan a cuadros de irritabilidad, cólera y sensibilidad que se salen de control, quedando incapacitadas y afectando sus actividades habituales, su trabajo, la relación con su familia y pareja. Cuando esto sucede nos encontramos frente a otro problema, mucho más difícil de sobrellevar: el Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM).
Este trastorno se caracteriza por presentar síntomas físicos como son dolor de cabeza, sensibilidad en los senos, distensión emocional e hinchazón. Mientras que las características psico-emocionales suelen ser humor depresivo, llanto, aislamiento social, angustia y tensión emocional.
Las mujeres se sienten "al límite", no tienen control, se vuelven impulsivas y pierden interés en sus actividades cotidianas. Todos estos síntomas se presentan entre los 7 y 10 días antes de la menstruación y desaparecen con la llegada de ésta.
¿Cómo saber si padezco este trastorno?
El TDPM se presenta en mujeres entre los 25 y los 30 años de edad. Actualmente no se han encontrado las causas específicas que provocan este trastorno, sin embargo se cree que los cambios hormonales durante este período juegan un papel importante en este trastorno.
Se sabe que el estrógeno y la progesterona, hormonas que participan del ciclo menstrual, influyen directamente en el humor de las mujeres. Mientras el estrógeno las activa, la progesterona las deprime.
Además, otros factores que pueden incidir en el desarrollo de este trastorno son el alcoholismo, sobrepeso, tomar grandes cantidades de cafeína, falta de ejercicio y tener antecedentes familiares del problema.
Para diagnosticar este trastorno se deben realizar exámenes físicos y una evaluación psiquiátrica para descartar otras enfermedades como depresiones o trastornos bipolares. Para esto se deben observar como mínimo dos ciclos menstruales.
Se recomienda mantener un calendario con los síntomas que se presentan, junto con la intensidad y la duración de éstos. De esta forma es más fácil reconocer cuáles son los más problemáticos y cuáles son aquellos que interfieren con el desarrollo normal de su vida. Además, registrar los cambios permitirá al médico diagnosticar si efectivamente existe el Trastorno Disfórico Premenstrual y determinar cuál es el tratamiento más acertado.
¿Se puede superar el Trastorno Disfórico Premenstrual?
El primer paso para poder manejar este trastorno es la decisión de desarrollar un estilo de vida saludable que incluya una alimentación balanceada, la disminución de azúcar, sal, alcohol y cafeína. Además, la ejercitación física permitirá disminuir la intensidad de los síntomas, ya que libera endorfina, conocida como "la hormona que provoca alegría".
Para conciliar los problemas del sueño es importante cambiar los hábitos nocturnos y evitar el consumo de pastillas para dormir. Asimismo, no se recomienda consumir antidepresivos sin haber recibido evaluación médica.
El tratamiento del Trastorno Disfórico Premenstrual requiere de un manejo tanto ginecológico como siquiátrico. Para disminuir los síntomas emocionales algunos médicos suelen recetar inhibidores selectivos de la serotonina, como la fluoxetina.
Por otra parte, los anticonceptivos de uso continuo son eficaces para disminuir los síntomas físicos, el dolor en los senos, la retención de líquidos y los dolores menstruales. Asimismo, los suplementos nutricionales como el calcio o el magnesio y las vitaminas pueden servir de gran ayuda para las mujeres que presentan este trastorno.
Carolina Roco.
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