Equipo SaludActual
¿Qué es la menorragia?. Es una consulta recurrente de las mujeres y que puede tener varias causantes. La clave es ir al ginecólogo para descartar cualquier enfermedad de mayor cuidado.
Es normal que las mujeres experimenten diversos tipos de ciclo menstrual. En algunos meses, la menstruación es leve, se prolonga por pocos días y no hay mayores dolores. Mientras en otras ocasiones el "período" llega con intenso dolor, se prolonga por varios días y es bastante abundante. Todos estos ciclos son totalmente normales para una mujer que está en una edad fértil.
Pero, ¿qué pasa cuando esta última situación ocurre cada mes, te das cuentas que utilizas muchas toallitas higiénicas en el día y tienes fuertes molestias? Si tu ciclo menstrual se presenta de esta manera por varios meses y te sientes fatigada, entonces puede tratarse de una condición llamada menorragia.
La menorragia es el término médico que se utiliza cuando una paciente presenta períodos menstruales anormalmente intensos o prolongados. Si bien es muy difícil definir los que es "normal", la menorragia se diferencia de un ciclo menstrual típico por su duración, pues el sangrado puede durar más de siete días o también se puede manifestar si utilizas una toalla higiénica cada hora.
Esta situación es bastante incómoda y limita en muchas ocasiones las actividades cotidianas, por lo que es usual que las mujeres consulten de inmediato a su especialista para tratar estos inconvenientes.
Las causas pueden ser diversas, pero por lo general se debe a un desequilibrio en el estrógeno y progesterona del organismo, que permite que el endometrio (la capa de tejido que recubre el interior del útero) siga creciendo. Cuando el endometrio se desprende y se expulsa a través de la vagina durante la menstruación, el sangrado resultante es particularmente intenso.
No obstante, hay otras causantes de la menorragia que pueden llegar a ser de cuidado:
•Disfunción ovárica: Si no ocurre la ovulación en un ciclo menstrual, la progesterona no se produce. Esto provoca un desequilibrio hormonal y puede resultar en la menorragia.
•Fibromas uterinos: Son tumores no cancerosos del útero y que pueden causar sangrado más intenso.
•Pólipos: Son pequeños crecimientos benignos que están en la mucosa de la pared uterina.
•Adenomiosis: Ocurre cuando las glándulas del endometrio se incrustan en el músculo uterino, causando sangrado abundante y menstruaciones dolorosas. Esta condición se da generalmente en una mujer de mediana edad que ha tenido hijos.
•Dispositivo intrauterino (DIU): La menorragia es un efecto secundario del uso de un dispositivo intrauterino. Cuando un DIU es la causa del sangrado menstrual excesivo, se puede retirar.
•Complicaciones del embarazo: la menorragia puede deberse a un aborto involuntario o a un embarazo ectópico (implantación de un óvulo fecundado en la trompa de Falopio en lugar del útero).
•Cáncer: Sólo se da en ocasiones muy excepcionales en el cáncer de útero, de ovario y cervical.
•Medicamentos: Los antiinflamatorios y anticoagulantes pueden contribuir al sangrado menstrual prolongado. El uso indebido de medicamentos hormonales también pueden causar menorragia.
•Otras condiciones médicas: Incluye la enfermedad pélvica inflamatoria (EPI), problemas a la tiroides, endometriosis y enfermedad hepática o renal.
Si no se trata a tiempo la menorragia, puede producirse la anemia ferropénica, en el cual la sangre es baja en hemoglobina, una sustancia que permite a las células rojas de la sangre transportar oxígeno a los tejidos. Si la hemoglobina es baja puede ser el resultado de la insuficiencia de hierro cuyos síntomas son palidez, debilidad y fatiga.
La mayoría de los casos de anemia son leves, pero incluso la anemia más baja puede causar debilidad y fatiga. Mientras que la anemia moderada a grave puede causar dificultad para respirar, ritmo cardíaco acelerado, mareos y dolores de cabeza.
Por otro lado, la menorragia está acompañada de intensos dolores menstruales. A veces, los calambres son tan graves que requieren prescripción médica o una intervención quirúrgica.
El diagnóstico de esta afección comienza con la evaluación ginecológica, ya sea viendo su historial médico, examen físico y pélvico para asegurar que se trata de una menorragia. Otros procedimientos para el diagnóstico de la menorragia pueden incluir:
•Exámenes de sangre.
•Papanicolaou
•Ultrasonido
•Biopsia endometrial: es un procedimiento en el cual se extraen muestras de tejido del endometrio para examinarlas bajo el microscopio.
•Histeroscopía: es un examen visual del canal del cérvix e interior del útero usando el histeroscopio.
•Dilatación y curetaje: es una cirugía ginecológica común, la cual consiste en el ensanchamiento del canal cervical con un dilatador y al raspar la cavidad uterina con una cureta.
El tratamiento para la menorragia será determinado por su médico basándose en el estado general de salud, su causal, el avance de la condición, tolerancia a la medicación y la opinión del paciente.
Además, su médico puede incluir los siguientes tratamientos:
•Suplementación con hierro si la paciente presenta anemia.
•Inhibidores de Prostaglandina (por ejemplo, los medicamentos anti-inflamatorios como la aspirina o el ibuprofeno) para ayudar a reducir los calambres y la cantidad de sangre expulsada.
• Anticonceptivos orales
• Progesterona (tratamiento de hormonas).
•Ablación y resección endometrial: procedimiento para destruir y extirpar el revestimiento del útero
•Histerectomía: es la extirpación quirúrgica del útero (en casos extremos).
Si bien esta condición se puede presentar en cualquier momento de la edad fértil, la menorrea se da en su gran mayoría en niñas que comienzan su ciclo menstrual y las mujeres que están teniendo los primeros síntomas menopaúsicos.
Por esta razón, los especialistas recomiendan visitar regularmente a su ginecólogo y realizarse los chequeos más importantes como el Papanicolaou y exámenes de sangre.
De esta manera, se podrán descartar otras dolencias de mayor complejidad y que requieren un tratamiento distinto.
Macarena Cifuentes.
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