Equipo SaludActual
El procedimiento del examen Papanicolau es muy relevante para la salud femenina. Conozca su importancia a continuación.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo el cáncer del cuello uterino es el segundo tipo más recurrente en las mujeres. Cada año se registran cerca de 500 mil nuevos casos y 270 mil muertes por esta causa.
El cáncer cervical es producido por el virus de papiloma humano, una infección que se transmite de forma sexual. La única manera de revertirlo es su detección temprana, razón por la que es de vital importancia realizarse los exámenes y controles respectivos como el Papanicolau (PAP).
Este tipo de examen debe efectuarse de manera periódica para detectar anomalías en el cuello uterino antes de que el cáncer se desarrolle, permitiendo la reacción temprana. El PAP, también conocido como citología vaginal, reconoce el 95% de los cánceres cervicales y además permite detectar el cáncer endometrial y el de ovarios.
¿Cómo se realiza el PAP?
Muchas mujeres dejan de realizarse el PAP por miedo a que este sea un examen doloroso, sin embargo este examen consiste en solo tres pasos, todos indoloros.
Primer paso: La mujer debe desvestirse de la cintura hacia abajo y recostarse boca arriba en la mesa ginecológica. Los pies serán colocados en unos estribos, para que las piernas queden separadas.
Segundo paso: Se introduce un espéculo, instrumento que permite separar las paredes de la vagina, abriéndola suavemente para luego tomar una muestra de células del cuello uterino.
Tercer paso: La muestra será puesta en una lámina de cristal para ser evaluada en un laboratorio.
Es recomendable que la paciente no utilice desodorantes vaginales 48 horas antes, evite el contacto sexual las 24 horas previas, orine antes de realizarse el examen y no se encuentre en su periodo menstrual.
¿Cuándo comenzar a realizarse el examen?
Es recomendable que el primer Papanicolau se realice al iniciar la actividad sexual o a los 25 años si aún no se ha iniciado. Si bien algunos médicos postulan que tras haber obtenido tres resultados seguidos sin anomalías el examen puede efectuarse uno cada tres años, es recomendable realizarlo una vez al año, incluso después de llegada la menopausia.
¿Qué pasa si los resultados son anormales?
Es posible que las células del cuello uterino se vean anormales, pero esto no necesariamente significa que exista cáncer cervical, también puede responder a una irritación, inflamación o infección. Por esto, se aconseja pedir al ginecólogo información específica acerca del resultado de la prueba de Papanicolaou.
La realización del PAP en los últimos años ha permitido disminuir el número de muertes por cáncer cérvico, la prevención a través de este examen puede hacer la diferencia en el reconocimiento y tratamiento de esta enfermedad.
Carolina Roco.
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