Equipo SaludActual
Los anticonceptivos inyectables son un método de planificación familiar hormonal. Existen varios tipos que se diferencian, principalmente, por el tiempo de aplicación. Además, su efectividad es bastante alta, convirtiéndolos en una excelente alternativa para aquellas mujeres que aún no quieren ser madres.
Frente a la gran oferta de anticonceptivos (preservativos femeninos, masculinos, la píldora, dispositivos intrauterinos, el anillo mensual, etc.) la decisión de cuál usar se vuelve un poco complicada.
En esta ocasión hablaremos sobre los anticonceptivos inyectables para aclarar algunas dudas.
Las inyecciones anticonceptivas son un método que contiene dos hormonas: progesterona y estrógenos, que pueden ser combinadas o no, e impiden la ovulación a través del engrosamiento del moco cervical o del cuello uterino (lo que también impide que el esperma penetre al óvulo). Éstas pueden ser aplicadas en las nalgas, brazos o muslos.
Por lo anterior, las inyecciones se pueden dividir dependiendo de cuál es la hormona utilizada y, por lo tanto, el tiempo de aplicación de cada una.
Por una parte, las inyecciones sólo con progesterona (acetato de medroxiprogesterona) se aplican cada tres meses -no pueden utilizarla mujeres con cáncer de mama-. Por otro lado, las que combinan progesterona con estrógenos deben ir mensualmente.
Para ambos casos, la primera inyección debe realizarse en los primeros cinco días de la menstruación. Sin embargo, siempre se recomienda que sea en el primer día. Desde ahí, debe aplicarse en la misma fecha, ya que si pasan más de tres días, por ejemplo, el día 34, la efectividad ya no puede ser asegurada.
En cuanto a la efectividad, tres de cada mil mujeres que utilizan este método quedan embarazadas. Además, al transcurrir un tiempo no menor a 30 días entre las aplicaciones de estas inyecciones, la posibilidad de "olvido" disminuye, transformándolas, así, en uno de los métodos más seguros para prevenir embarazos.
Otra característica es que al dejar este tratamiento, se demorará un poco el cuerpo en volver a ovular, retardando la posibilidad de embarazo. Además, las mujeres que estén dando de amantar deben utilizar otro tipo de inyecciones.
Asimismo, los efectos secundarios pueden ser sangrado irregular, dolores de cabeza, aumento de peso, amenorrea (ausencia de sangrado) lo que para muchas mujeres se ve como una gran ventaja, resequedad vaginal, bochornos, inapetencia sexual, dolor mamario, entre otros. Es decir, todos los efectos que tiene cualquier método que utilice hormonas.
Otro punto clave es que estas inyecciones no protegen de enfermedades o infecciones de transmisión sexual, por ser un método hormonal y no de barrera (física) como lo son el preservativo femenino y masculino. Por lo que se recomienda -en el caso de estar en riesgo de contraer alguna enfermedad- utilizar los dos tipos de anticonceptivo.
Por último, cuando una mujer inicia su vida sexual es importante tener presente un método anticonceptivo para evitar un embarazo no deseado.
En este sentido, la decisión final es de cada persona, sin embargo, es esencial considerar la opinión de un experto -ginecólogo o matrona- que puede orientar de manera más profesional acerca de esta importante decisión.
Mireya Guzmán.
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