Equipo SaludActual
Aprenda a reconocerlos y descubra sus propiedades saludables.
Actualmente, debemos cumplir con una serie de deberes que nos obligan a acelerar nuestro ritmo diario. Por la misma razón, transitamos apurados y se nos olvidan detalles importantes, como la comida.
Es entonces cuando aparece la solución a la falta de tiempo: la comida rápida. Sin embargo, ésta aporta básicamente calorías y grasas saturadas, algo que, a la larga, provoca daños a nuestra salud.
Para evitar estas consecuencias nocivas, existen los alimentos funcionales que, además de aportar naturalmente sustancias nutritivas, proporcionan un beneficio específico en la salud de las personas.
El origen de estos alimentos se remonta a la década de los '30, cuando el Dr. Minoru Shirota realizaba una investigación sobre la leche fermentada, con fines de prevención de enfermedades gastrointestinales.
No obstante, el concepto de "alimento funcional" fue creado en Japón en 1984, por científicos que estudiaban la relación entre nutrición, satisfacción sensorial y fortificación, como elementos para mejorar la salud.
Desde entonces, la industria alimentaria a nivel mundial se ha involucrado en el desarrollo y fabricación de este tipo de productos.
Los elementos saludables
Para reconocer qué comida es funcional, es importante saber que debe contener alguno de los siguientes elementos:
•Fitoestrógenos, que son compuestos químicos presentes en vegetales, que regulan el crecimiento celular y metabolismo de manera similar a los estrógenos humanos.
•Ácidos grasos Omega 3 y Omega 6, esenciales para el fortalecimiento de las defensas, desarrollo del sistema nervioso, protección del corazón y vasos sanguíneos, incremento de la agudeza visual, embellecimiento de la piel, etc.
•Fibra dietética, un componente de origen vegetal que facilita la digestión de las comidas, combate el estreñimiento y aporta sensación de saciedad.
•Licopeno, un potente antioxidante que combate los antirradicales libres, que son algunos de los causantes principales de mala salud de las células. Previene enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
•Prebióticos, o ingredientes nutritivos no digeribles que estimulan el crecimiento y metabolismo de bacterias benéficas del colon, que mejoran su funcionamiento.
•Probióticos, es decir, alimentos a los que se agregan microorganismos vivos que permanecen en el intestino y ejercen efectos fisiológicos. Al ingerirlos, contribuyen al equilibrio de la flora bacteriana intestinal del huésped y potencian el sistema inmunitario.
¿Cómo consumir comida funcional?
Es muy sencillo. La mayoría son alimentos de origen natural, fáciles de conseguir en cualquier feria o supermercado, tal como lo demuestra esta lista:
•Fitoestrógenos: Se encuentran en la zanahoria, granada, pera, manzana, arroz integral, avena, cebolla, leche, zapallo, maíz, soya, semillas de girasol, algas de todo tipo, arvejas, espárragos, entre otros.
•Ácidos grasos Omega 3 y Omega 6: Presentes en sardinas, salmón, atún, semillas de lino, nueces, aceites vegetales de girasol, sésamo, maíz o soya; frutos secos, paltas, etc.
•Fibra dietética: La contiene el salvado de trigo, los porotos negros, las lentejas, avellanas, brotes de alfalfa, almendras, habas cocidas, la papaya, el brócoli, los garbanzos cocidos, pistachos, el melón y el cilantro, entre otros.
•Licopeno: Está presente en el tomate, hígado de pollo, pomelo, perejil seco, la sandía, zanahoria, cerezas, fresas, arándanos, y frutos rojos en general.
•Prebióticos: Es posible encontrarlos en las cebollas, el ajo y en los cereales integrales (arroz, cebada, avena), así como en la gran mayoría de las frutas frescas y vegetales crudos.
•Probióticos: Presentes en algunos yogures y bebidas lácteas (en el etiquetado aparece que contienen probióticos), gran parte de las verduras y cereales, además del germen de trigo y la levadura de cerveza.
Ahora que ya conoce los alimentos funcionales y su beneficio, considere incluirlos en su dieta. No poseen contraindicaciones y aportan salud y belleza a la vez.
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