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2024-10-13

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Nutrición durante la Diabetes

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Para que nuestros cuerpos funcionen correctamente, tiene que convertir glucosa (azúcar) de la comida en energía. Una hormona llamada insulina que es excretada por el páncreas es esencial para que se pueda realizar este proceso.


La diabetes es una condición donde la cantidad de glucosa en la sangre es muy alta y por eso el cuerpo no la puede usar correctamente. Esto pasa porque el páncreas no puede producir suficiente insulina para ayudar a que la glucosa entre en las células de manera correcta para su uso, o la insulina producida por el cuerpo no funciona de manera correcta.

Cuando un paciente que desarrolló diabetes, consume cualquier alimento con glucosa, no la puede convertir en energía, alojandose en el torrente sanguíneo trayendo una serie de problemas para el individuo.

Existen varios tipos de diabetes que explicaremos a continuación:

Diabetes tipo 1 

En la diabetes tipo 1, el páncreas deja de producir insulina. Sin insulina, las células del cuerpo no pueden convertir la glucosa (azúcar) en energía. Si no son tratadas con inyecciones diarias de insulina, las personas con diabetes tipo 1 acumulan sustancias químicas peligrosas en la sangre, producidas por la quema de grasas. Esto puede causar una condición conocida como ketoacidosis, potencialmente mortal si no se trata. 

Las personas con diabetes 1 son conocidas como insulinodependientes, ya que necesitan inyecciones de estar hormona toda su vida. Ellas deben controlar sus niveles de glucosa en la sangre varias veces al día para evitar desbalances.

La causa exacta de la diabetes tipo 1 no se conoce todavía, pero sí sabemos que tiene un fuerte vínculo de historial familiar y no se puede prevenir. 

Diabetes tipo 2

El tipo 2 es la forma más común de diabetes, que afecta a un 85-90% de todas las personas con diabetes. Si bien por lo general afecta a los adultos mayores, cada vez se ven más casos de personas jóvenes y hasta niños con este padecimiento.

En este tipo de diabetes, el páncreas produce insulina pero no en la cantidad que tu cuerpo necesita y no funciona de manera correcta. En la aparición de este tipo de diábetes hay un poco de historia familiar y un alto grado de estilo de vida no saludable. La hipertensión arterial, el sobrepeso y la poca actividad física son los factores que han hecho a las personas más predispuestas a esta condición.

En el inicio de la diabetes tipo 2 a puede manejarse con una alimentación saludable y actividad física regular. Sin embargo, con el tiempo la mayoría de las personas con diabetes tipo 2 podrán necesitar insulina si no controlan su condición.

Se estima que hasta un 60% de la diabetes tipo 2 se puede prevenir. Las personas con riesgo de diabetes tipo 2 pueden retrasar e incluso prevenir esta enfermedad siguiendo un estilo de vida saludable, manteniendo un peso óptimo, realizando alguna actividad física, haciendo elecciones saludables en la alimentación, controlar los niveles de presión arterial y colesterol.

Sea que sufras de diabetes o trates de prevenirla, tienes que estar conciente que la alimentación forma parte de una vida más saludable. Puedes hacer los siguientes cambios en tu estilo de vida:

No comer comidas procesadas: Azúcar, harina, productos hechos con harinas refinadas (como tortas, galletas, panes, etc) cereales de caja, bebidas, jugos envasados, etc. Alejar todo lo que tenga azúcares agregadas.

Comer inteligentemente: Ingiere muchas frutas y verduras, granos 100% integrales y proteína magra (un desayuno rico en proteínas puede ayudar a frenar el apetito a mitad del día). Tomar leche descremada, e incluir grasas saludables en tu dieta.

Granos: Altos en fibra que te hacen sentir satisfecho por más tiempo y mantiene tus niveles de azúcar en la sangre más estables. 

Salmón: Es un pescado alto en ácidos omega 3 y te ayudará a prevenir el riesgo de enfermedades del corazón, reduce la inflamación y podría mejorar la resistencia a la insulina.

Cebada: Es un grano muy sanoque puede sustituir al arroz y tiene una fibra llamada beta-glucan que ayuda a bajar el colesterol previniendo al cuerpo de absorberlo. Gracias a su buena cantidad de fibra, ayuda a mantener los niveles de azúcar estables.

 

Chocolate negro: Rico en flavonoides antioxidantes puede ayudar a mejorar sus niveles de colesterol bueno y malo y reducir su presión arterial. 

Clementina Ramos



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