Equipo SaludActual
El objetivo de la cirugía es levantar los músculos caídos y redistribuir la grasa con el fin de conseguir un trasero en armonía con el cuerpo.
La Gluteoplastía es una técnica de cirugía plástica que consiste en el levantamiento y aumento de las nalgas. Esto se hace mediante implantes que suelen ser de silicona, los cuales hacen que los glúteos adquieran mayor volumen y tonicidad. También se utiliza la propia grasa corporal para redistribuirla en zonas estratégicas que permitan un trasero de mayor dimensión y armonía.
Las nalgas caídas y su falta de tonicidad pueden deberse a diversas razones, tales como el sedentarismo, la obesidad, el paso del tiempo y la genética, siendo esta última un factor preponderante en la apariencia de éstas. El ejercicio y los masajes pueden ayudar a recuperar la flacidez de ésta zona, pero la solución más efectiva y rápida para recuperar la forma y el volumen es la cirugía plástica.
Según los cirujanos, el área de los glúteos está formada por una parte muscular y otra de grasa. Las nalgas corresponden a una parte anatómica llamada “unidad estética glúteo-lumbar”, que abarca desde la parte baja de la espalda, hasta la mitad de los muslos.
El objetivo de la cirugía es levantar los músculos caídos y redistribuir la grasa con el fin de conseguir un trasero en armonía con el cuerpo. Esto se consigue con inyecciones de grasa del propio paciente o injertos de silicona en la parte superior de las nalgas. Para mejores resultados, el médico puede realizar además una lipoescultura en los alrededores, que definen la forma del pompis.
"En una paciente con sobrepeso, puedes disminuir la grasa, moldear la cintura con Lipoaspiración e inyectar grasa en los gluteos para redondear y mejorarás de inmediato su figura", explicó el medico cirujano especialista en médicina estética, José Luis Monardez.
En la Gluteoplastía se pueden realizar dos técnicas importantes; la aspiración de grasa corporal para su posterior inyección en zonas estratégicas, y por otra parte, la inserción con implantes de silicona. En la primera se extrae grasa mediante una jeringa en zonas donde habitualmente se acumula tejido lipídico, como el abdomen y la parte superior de los muslos. Luego se inyecta en la parte superior del trasero para darle volumen al trasero.
Ésta operación se realiza en ambos sexos, aunque la tendencia indica que son las mujeres quienes se realizan con mayor frecuencia este procedimiento. La grasa a extraer depende de cada persona y suele variar si es hombre o mujer, ya que ellas suelen acumular mayor cantidad de grasa en el abdomen, cintura y muslos. Mientras que en los hombres, la grasa se concentra mayormente en la zona abdominal.
La ventaja del uso de la propia grasa para el aumento de glúteos, es que es una técnica con poco rechazo en el paciente al utilizar parte del propio cuerpo. Éste asimila el procedimiento más rápido y de mejor manera que con una sustancia artificial. El riesgo de infección es mucho menor y la cicatrización más rápida.
En la segunda técnica, el médico introduce una prótesis similar a los que se usan para el aumento mamario. Se inserta el implante mediante una incisión de 5 centímetros bajo la línea interglútea. Ésta variante operatoria es recomendada para mujeres de cuerpo delgado y glúteos reducidos de tamaño, dejando como resultado un trasero cuya forma tiene mayor armonía y definición con el resto del cuerpo.
Respecto a las técnicas, José Luis Monardez aclaró que depende de la paciente el tipo de Gluteoplastia que se realizará y además, los dos están garantizados, solamente que existen personas con indicación de implante y otras con lipoinjerto. "En mi caso, lo que más realizo es Lipoinjerto de Gluteo", manifestó el médico.
La Gluteoplastía requiere una hospitalización de uno a dos días para observar posibles complicaciones. Luego de una semana, el paciente puede volver a su rutina diaria y puede realizar ejercicio físico moderado un mes después.
Entre las posibles complicaciones de la operación, se encuentra el riesgo de infección posoperatoria, daño en los nervios de la zona operada, reacción negativa a la anestesia y la asimetría en el resultado final de la implantación de glúteos. Para un resultado más efectivo, se recomienda el uso combinado de estas técnicas, con el propósito lograr un trasero firme y armonioso con el resto del cuerpo.
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