Equipo SaludActual
Algunos síntomas de cáncer mamario son dolor en el pecho, inflamación, irritación y cambio en la estructura y color del pezón, por eso es importante que la mujer esté atenta a su cuerpo.
El cáncer mamario es una enfermedad causada por el crecimiento anormal de células epiteliales que cubren los conductos de la mama. Estas células malignas se multiplican hasta generar un tumor, el cual si no es tratado a tiempo puede propagarse a todo el cuerpo. Ésta última etapa de la enfermedad es conocida como Metástasis.
Esta condición afecta estadísticamente más a mujeres que a hombres (también presentan tejido mamario), sobre todo en la adultez, pasados los 50 años. Se caracteriza por una especie de bulto o anormalidad en el pecho que puede cambiar de color, forma o tamaño.
Entre las causas que generan este tipo de cáncer se encuentran la herencia genética, el proceso de envejecimiento, un comienzo precoz del ciclo menstrual (antes de los 12 años o con una menopausia tardía), el abuso del alcohol, uso del medicamento dietilestilbestrol (DES), la hormonoterapia, obesidad y el uso de radiación en tratamientos médicos anteriores.
A nivel anatómico, se produce por una anomalía en el crecimiento de las células de los lobulillos, asociadas a las glándulas productoras de leche. Con menor frecuencia se produce en los tejidos estromales, que tienen relación con los tejidos grasos y fibrosos del pecho.
En un comienzo puede ser difícil detectar el cáncer de mama, ya que la presencia de un bulto en la axila puede creer estar asociado a una inflamación de ganglios, a causa de un resfrío o bajas defensas. Además, la presencia del tumor no es fácil de palpar, por eso es importante que la mujer esté atenta a su cuerpo.
Una vez que el tumor ha sido detectado se puede establecer si es benigno o maligno. La característica principal del tumor benigno es que sus células crecen a un ritmo estable, no invade ni se dispersa hacia otros tejidos del cuerpo. No así ocurre con los tumores malignos, cuyas células crecen rápido y se propagan velozmente a todos los órganos del cuerpo.
Entre los exámenes que se realizan para diagnosticar el cáncer mamario se encuentran: la biopsia de ganglio linfático, resonancia magnética de las mamas, mamografía y la tomografía computarizada.
De acuerdo a la Asociación Americana del Cáncer, algunos síntomas de cáncer mamario son: dolor en el pecho, inflamación, irritación y cambio en la estructura y color del pezón. Se debe poner atención en las secreciones de este último cuando no es leche. Otras señales pueden ser bultos en la axila o en diversas partes de la mama.
Mastectomía: solución radical
Cuando el cáncer es avanzado, el médico puede tomar la decisión de realizar una Mastectomía, que consiste en la extirpación de una parte o la mama completa. Existen distintas variantes de ésta operación:
Mastectomía subcutánea: corresponde a la menos agresiva de las intervenciones, acá se extirpa la glándula mamaria conservando la areola y el pezón.
Mastectomía simple: se extirpa la glándula completa, incluyendo la areola y el pezón.
Mastectomía radical: es la operación más drástica que consiste en la extirpación de la mama completa, además de los ganglios linfáticos de la axila y parte de los músculos pectorales.
Para muchas mujeres es un fuerte impacto perder uno o los dos pechos, por lo que deciden someterse a una reconstrucción estética que rehace las mamas extirpadas. Ésta se puede realizar durante el mismo procedimiento. La ventaja radica en que la mujer operada no despierta del postoperatorio sin sus senos.
Si el cáncer mamario no es detectado a tiempo, las células cancerígenas pueden invadir el tejido mamario sano adyacente y llegar a los ganglios linfáticos. Una vez allí, el cáncer se esparce rápidamente a otras zonas del cuerpo. Aun cuando no se puede eliminar la posibilidad de contraer cáncer mamario, el llevar una vida equilibrada puede atenuar los factores de riesgo.
Marisa Muñoz
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