La tensión del día puede irse en un solo masaje.

Natalie Becerra López
Cosmetóloga-Esteticista
Fontboté

El masaje descontracturante es aquel que se realiza en uno o varios músculos tensados producto del stress o malas posturas. Si te encuentras con una molestia así, continúa leyendo para saber qué hacer.

Aunque todas sabemos que los masajes debiesen ser suaves, buscando no provocar dolor, en el caso del masaje descontracturante esto no ocurre así, pues por su trabajo más especializado ataca, directamente, la zona afectada produciendo un poco de dolor. Lo bueno es que después las molestias desaparecen totalmente.

Es súper común tener varias zonas del cuerpo contracturadas, ya que el estilo de vida citadino te fuerza a estar sentada en oficinas por largas horas, muchas veces con la cabeza recta frente al computador. Por lo anterior, un cariñito puede ser más que una solución a un dolor de espalda, quizás sea un relax y hasta incluso un tratamiento estético que nos haga ver mejor porque nos sentimos mejor.

¿Para qué sirve el masaje descontracturante?

El trabajo que realizan las o los masajistas que practican la descontracturación se enfoca, principalmente, en las zonas del cuello y la columna vertebral, aunque muchas veces el tratamiento se extiende hacia las piernas. Los tacones son muy lindos, pero a la larga también pueden causar dolor; molestia con la que puedes acabar con esta agradable solución.

Como cualquier otro masaje, la estimulación física provocada por estas maniobras manuales descontracturantes, te ayuda en muchos otros aspectos: mejorando la piel por medio del aumento de la circulación sanguínea en la zona masajeada, por la frotación que contribuye a eliminar células muertas, incita al músculo a aumentar su tono y elasticidad, mejora la resistencia, elimina la sensación de cansancio y actúa como sedante natural.

Sumado a lo anterior, te cuento que una de las características más positivas del masaje de descontracturación es que, además de ayudarnos con algunos dolores, incita a nuestro cuerpo a producir endorfinas (sí, las mismas hormonas del chocolate) que nos reactivan y actúan como antidepresivos naturales proporcionándonos un estado de bienestar y felicidad general.

La mayoría de estos masajes duran de 20 a 60 minutos y se realizan en una camilla acondicionada, aunque también es posible que tu masajista, dependiendo de la zona afectada, prefiera trabajar en una silla para conocer de mejor manera los puntos de dolor.

Los beneficios son muchos, así que analiza ésta alternativa de relajarte y acabar con los desagradables dolores provocados por el agitado ritmo de vida que te toca llevar. No te quita mucho tiempo y es recomendable hacérselo una vez a la semana, para mantenerse óptima. Sin embargo, nunca olvides que aunque los masajes son maravillosos, no debes descuidar la dieta alimenticia y el ejercicio moderado, pues estos también contribuyen a la hora de mantener un estado de bienestar corporal y mental.

Natalie Becerra López
Cosmetóloga y Esteticista
www.maquillajeprofesional.cl

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