Dra. Pilar Vigil
Médico Gineco Obstreta, Doctor en Ciencias Fisiológicas
Prof. Adjunto Pontificia Universidad Católica de Chile Unidad de Reproducción y Desarrollo.
El SOP es una de las enfermedades que afecta a un alto porcentaje de mujeres jóvenes en edad fértil, además puede tener consecuencias tan graves como la infertilidad.
El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) es una alteración endocrinológico y metabólica que afecta entre el 10 a 15% de las mujeres chilenas en edad reproductiva. Es un trastorno común, pero extremadamente heterogéneo.
Se presenta típicamente con:
Y puede acompañarse de:
Para el diagnóstico y clasificación del SOP se puede recurrir a sus rasgos clínicos característicos:
A. CRITERIOS MAYORES | B. CRITERIOS MENORES |
Anovulación | Ovario Poliquístico en ecografía |
Oligo-amenorrea(ciclos menstruales irregulares) | Niveles elevados de LH y FSH o LH/FSH>3 |
Hiperandrogenemia | Acné |
Hirsutismo severo | Hirsutismo leve |
Resistencia insulínica | Obesidad |
El indicador más usado es la presencia de una imagen ecográfica característica de ovario poliquístico (observar en uno o ambos ovarios la presencia de más de 8 folículos menores de 10 milímetros de diámetro).
Sin embargo pueden hallarse ovarios de estas características en mujeres normales y mujeres con otras enfermedades endocrinológicas como la amenorrea (ausencia de menstruaciones) hipotalámica y la hiperplasia suprarrenal congénita.
Para que se desarrolle el SOP se requiere de una predisposición genética la cual es autosómica dominante, es decir basta con que uno de los dos padres tenga predispoción a esta alteración para que pueda manifestarse.
Los antecedentes familiares de diabetes, hipertensión, colesterol alto y/o calvicie indican que puede existir predisposición genética a tener un SOP.
En la fisiopatología del síndrome está implicada la RESISTENCIA A LA INSULINA y el HIPERINSULINISMO. Además se sabe que el HIPERANDROGENISMO es parte importante del síndrome. Se cree que la hiperinsulinemia sería la condición primaria. Sin embargo, ello no está claramente demostrado.
I) Hiperandrogenismo.
El 76.8% de las consultas por disfunción ovárica (hirsutismo, acné, irregularidades menstruales u obesidad) presentan alteraciones en los niveles de andrógenos (testosterona), siendo la patología más frecuente el hiperandrogenismo (66.9%), el que sería de origen ovárico y/o suprarrenal. También hay una alteración en la SHBG, o prteína transportadora de hormonas esteroidales.
II) Alteraciones de la ovulación.
Son muy frecuentes y se presentan como reglas irregulares, períodos muy largos sin menstruación o ausencia de las mismas. Ello se llama oligo o amenorrea y comienza alrededor de la menarquia o primera menstruación. Hay gran variabilidad en el grado y cronicidad de la irregularidad menstrual. Una joven debería menstruar con una frecuencia de intervalos entre 24 a 36 días. Si ella presenta períodos de 45, 60 o más días sin menstruar tiene una alteración en su ovulación. La irregularidad menstrual no se mejora con el tiempo, sino que permanece igual o se empeora.
III) Resistencia a la insulina.
En el 74.5% de mujeres con un SOP se ha observado una hiperinsulinemia o resistencia insulínica. Esta es más notoria en pacientes con anovulación crónica. El aumento en la insulina se relaciona con la mayoría de las complicaciones tardías.
IV) Obesidad.
El 40-50% de las pacientes con SOP tiene problemas de obesidad. Esta es de tipo androide y se sabe que al no tratarla empeora la resistencia insulínica.
La presencia de un SOP puede en el largo plazo asociarse a:
IMPORTANCIA Y NECESIDAD DEL DIAGNOSTICO PRECOZ
Es importante considerar lo beneficioso que es el diagnóstico oportuno de esta patología, que se manifiesta en los primeros años post-menarquia, en los resultados del tratamiento.
La meta de la terapia en casos de SOP moderado a severo debería ser revertir o reducir la severidad de los síntomas clínicos, mejorar las alteraciones metabólicas y lograr que la mujer ovule. Es necesario saber que regularizar los ciclos en base a la administración de hormonas (en forma de anticoncepticos orales u otros) no necesariamente mejora el SOP, sino que más bien lo enmascara.
Las terapias disponibles actualmente para tratar el SOP son:
Modificación del estilo de vida.
Esto es fundamental en las pacientes con SOP. La modificación del estilo de vida se logra mediante:
Drogras para el Sindrome Ovario Poliquístico.
En el tratatamiento del SOP también se utilizan ciertos medicamentos como la Metformina. Esta ayuda a revertir el hiperinsulinismo. Debe ser administrada por un médico con conocimiento en el manejo de esta patología.
En las pacientes con SOP y un hiperandrogenismo asociado, el uso de compuestos como la dexametasona en bajas dosis se ha visto ser muy eficaz. Este ayuda a recuperar la ovulación y disminuir los efectos asociados al hiperandrogenismo como el acné, y los cambios en el estado de ánimo.
Las hormonas esteroidales (estrógenos y progestinas) pueden ocasionalmente ser de utilidad en el amnejo del SOP. En general debe considerarse que su uso es pañiativo y no trata la enfermedad de base.
Otros fármacos como la flutamida, análogos de GnRH y otros pueden también utilizarse en forma ocasional en el tratamiento del hirsutismo (aumento del vello) y acné. Estos se utilizan en casos en que estos trastornos son severos y afectan la calidad de vida de la paciente. Su uso por un largo plazo no es recomendado. El objetivo del tratamiento debe considerar que la paciente mediante los cambios de hábito y un mínimo de medicamentos logre manejar su condición de manera tal de tener una vida normal.
La meta de la terapia debería ser revertir o reducir la severidad de los síntomas clínicos, mejorar las alteraciones metabólicas y lograr que la mujer ovule.
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