Equipo SaludActual
Cuando estamos a dieta, comprar en el supermercado puede resultar un poco difícil. No sólo por el hecho de tentarse con esas ricas papas fritas, sino porque los estantes están llenos de productos light, diet o zero, y muchas veces no tenemos idea de cuál es la diferencia. Por esa razón, a continuación daremos algunos tips para comprender las características de estos alimentos.
El mercado está lleno de productos alimenticios que aseguran que nos ayudarán en nuestro propósito de perder peso y reducir tallas.
De hecho, cada día aparecen nuevas nomenclaturas para estos artículos: si antes sólo existían los diet, hoy están los alimentos light y zero.
En primer lugar, los comestibles etiquetados como "diet" son elaborados concretamente para personas con problemas de alimentación específicos.
Entre estos puede haber productos para diabéticos (sin azúcar), celíacos (libre de gluten), intolerantes a la lactosa (hechos de soja, por ejemplo), etc. Sin embargo, no hay que olvidar que el mayor propósito de estas etiquetas -diet- es promover la pérdida de peso.
Por otro lado, los alimentos categorizados como "zero" son aquellos que tienen 0% de algún nutriente o componente por porción. Lo más común es que las bebidas gaseosas zero tienen casi nulo porcentaje de azúcar por ración.
Las medidas por porción estandarizadas para esto son:
Asimismo, los productos "light" son aquellos que son reducidos en algún nutriente comparado con el alimento convencional o tradicional.
O sea, por ejemplo un pan de molde tradicional integral tiene 149 calorías por porción y un pan de molde integral light tiene 94 calorías por porción. Pero pueden mantener la misma cantidad de azúcar, sal, grasas, etc.
En este sentido, cada alimento etiquetado como light, zero o diet son por porción. Es decir, que una porción de bebida puede tener menos calorías, pero los envases casi siempre tienen más porciones que una (incluso las latas de bebidas dicen tener 1,5 o 2 raciones por envase). Por lo que es importante controlar la cantidad que se consume.
Por otro lado, no hay que olvidar que mientras menos procesado un alimento, menos azúcares y sodio tendrán.
Un ejemplo de esto es que los productos en conserva son ricos en grasa (si están en aceite) y en sodio (porque les agregan mucha sal para darle sabor, y aditivos conservantes).
Entonces, es recomendable comer alimentos naturales y frescos si el propósito es perder kilos.
Asimismo, es vital revisar la información nutricional de cada alimento. Esto te ayudará a controlar las calorías, grasas, azúcares y sodio consumidos.
Además, es una manera inteligente de comprar, permitiendo realizar un régimen completo y equilibrado.
Como último tema, lo principal en cualquier dieta es consultarle a un nutricionista o nutriólogo cuáles son los alimentos permitidos y sus porciones (no sólo el consumo diario, sino semanales y cuáles puedes comer de vez en cuando), para seguir al pie de la letra cada consejo.
Mireya Guzmán.
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